viernes, 5 de julio de 2013

DE EGIPTO A BRASIL, LA ACCIÓN EN LAS CALLES IMPULSA EL CAMBIO,

EGIPTO, BRASIL, TURQUÍA:
SIN POLÍTICA, LA PROTESTA
ESTÁ A LA MERCED DE LAS ELITES 

Escribe 
SEUMAS MILNE (*) Fuente  “The Guardian” Publica “Rebelión” Traducido del inglés por Germán Leyens- 
Viernes 5 de julio 2013

(*) SEUMAS MILNE (1958) es un periodista y escritor británico conocido por sus ideas izquierdistas.  Columnista y editor asociado del diario The Guardian. Autor de un libro de mayor venta sobre la huelga de los mineros británicos “The Enemy Within: La guerra secreta contra los mineros” que se centra en el papel del MI5 y la Sección Especial.  Trabajo en “ The Economist” antes de unirse a The Guardian, en la que ha sido corresponsal en el Medio Oriente, América Latina, Rusia, Europa del Este y Asia del Sur. Escribe en Le Monde Diplomatique  y London Review of Books.

En Egipto, como en 2011, la oposición es una alianza de izquierdas y derechas dominada por la clase media. Pero esta vez los islamistas están al otro lado mientras partidarios del régimen de Mubarak está
n involucrados. La policía, que golpeó y mató a los manifestantes hace dos años, este año se mantuvo lejos mientras los manifestantes incendiaban oficinas de la Hermandad Musulmana de Morsi. Y el ejército, que respaldó a la dictadura hasta el último momento antes de formar una junta en 2011, ha apoyado con todas sus fuerzas a la oposición. Sea si su ultimátum al presidente se convierte en un golpe hecho y derecho o en un cambio administrado del gobierno, el ejército –espléndidamente financiado y entrenado por el gobierno de EE.UU. y con el control de amplios intereses comerciales– ha vuelto a tomar las riendas. Y muchos autoproclamados revolucionarios que antes denunciaron a Morsi por
 rendir pleitesía a los militares ahora los están vitoreando. Sobre la base de la experiencia del pasado, llegarán a lamentarlo. La última erupción en Egipto tuvo lugar inmediatamente después de protestas masivas en Turquía y Brasil (así como una agitación en menor escala en Bulgaria e Indonesia). Ninguna ha reflejado la lucha generalizada por el poder en Egipto, incluso si algunos manifestantes en Turquía exigieron la partida del primer ministro Recep Tayyip Erdoğan. Pero hay ecos significativos que destacan tanto el poder como la debilidad de semejantes manifestaciones relámpago de cólera popular. En el caso de Turquía, lo que comenzó con una protesta contra la remodelación del Parque Gezi de Estambul se convirtió rápidamente en manifestaciones
 masivas contra el gobierno islamista cada vez más enérgico. Unió a nacionalistas turcos y kurdos, liberales e izquierdistas, socialistas y partidarios del libre mercado.  En Brasil, las manifestaciones masivas contra el aumento de los precios del transporte público se convirtieron en protestas más amplias contra malos servicios públicos y el coste exorbitante de la Copa del Mundo del próximo año. Como en Turquía y Egipto, jóvenes de clase media y despolitizados estuvieron a la
vanguardia, y se desalentó la participación de partidos políticos, mientras grupos y medios derechistas trataban de distraer de los objetivos de la desigualdad a recortes de impuestos y la corrupción. El gobierno de centro izquierda de Brasil ha sacado a millones de personas de la pobreza y las manifestaciones han sido impulsadas por crecientes expectativas. Pero a diferencia de otros sitios de Latinoamérica, el gobierno de Lula nunca rompió con la ortodoxia neoliberal o atacó los intereses de la elite acaudalada.
( El análisis completo de SeumasMilne )

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