EN DISCUSIÓN POR LA SOBERANÍA
Escribe
JULIO CESAR GAMBINA (*) Fuente Blog del autor
http://www.juliogambina.blogspot.com/ Lunes 8 de julio 2013
(*)GAMBINA
JULIO CESAR – Doctor en Ciencias Sociales (UBA) Profesor de Economía Política
en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario, Presidente de
la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, FISYP, e Integrante del
Comité Directivo del consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, CLACSO.
Miembro del Consejo Académico de ATTAC-Argentina y dirige el Centro de Estudios
Formación de la Federación Judicial Argentina.
La
cuestión inflacionaria sigue siendo un problema en la Argentina y afecta a los
sectores sociales más empobrecidos. Uno
de los precios con más impacto social en la canasta de consumo cotidiano en
estos días es el del pan, que viene en alza producto del creciente precio de la
principal materia prima: el trigo. El trigo aumenta por ley de oferta y
demanda ante la menor producción y también por razone
s especulativas denunciadas
por el gobierno y que anima la aplicación de la ley de abastecimiento. Son dos
causas que remiten al funcionamiento del capitalismo.Por un lado el fenómeno de la escasez en el mercado derivado de la
menor producción de trigo. En ello existe responsabilidad de la orientación
seguida por la producción agraria de Argentina, de privilegio a la soja en los
últimos tiempos. Si a mediados de los años noventa eran equiparables la
producción sojera y triguera, con la
autorización para producir transgénicos, la soja se expandió de los 6 millones
de toneladas a más de 20 millones en tres lustros, y el trigo se redujo a 3
millones. La soja es producto de exportación y el trigo comparte la
demanda tanto en el mercado interno como del externo. El modelo productivo argentino favorece desde hace tiempo la demanda
del mercado mundial, sea para su producción agraria, minera e incluso de las
principales industrias, especialmente la de los automotores. Por el
otro, la especulación es
Menos trigo, mas soja transgenica |
favorecida por la tendencia al alza del precio del
trigo que motiva la retención de la producción triguera todo lo que sea
posible. Aunque se pretenda buscar motivaciones políticas en el hecho, que
pueden existir, lo real es que la
lógica capitalista sustentada en la maximización de la ganancia lleva a los
propietarios de la cosecha de trigo a postergar todo lo posible la liquidación
de existencias del grano. Es sabida la existencia de límites para la
inversión rentable de capitales ociosos, con lo cual, esos propietarios de
granos optan por la especulación con la cosecha ante la imposibilidad de compra
de divisas al precio oficial u otras opciones de valorización de sus capitales.
Son las reglas del capitalismo normal. Sea
por una u otra razón, se verifica un impacto social regresivo vía incremento
del precio de la harina y del pan. No se trata del único precio en discusión,
pero sobresale por tratarse de un componente cotidiano en la dieta de los
argentinos.
(
La nota completa de Julio C. Gambina )
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