martes, 20 de agosto de 2013

¿EL SÍNTOMA? CREE O SE CONVENCIO QUE PUEDE CAMBIAR EL MUNDO.

AMERICAN CURIOS
IDEALISMO POST ADOLESCENCIA

Escribe  
DAVID BROOKS (*) 
Fuente “La Jornada” Mx

(*) DAVID BROOKS (Toronto, 11 de agosto de 1961), periodista canadiense-estadounidense especializado en política. Columnista del New York Times  y PBS, NYT entre otras Agencias..  Ha sido redactor jefe del Weekly Standard y colaborador en Newsweek y Atlantic .Corresponsal en Estados Unidos de “La Jornada” de México. Entre varios otros medios Autor del bestseller “The Social Animal” (“El animal social”)
 

El soldado Bradley Manning 
en imagen de 2010. 
Los abogados argumentaron 
que el ejército oculto los 
problemas de salud mental 
del acusado. Foto Reuters
Resulta que hay una condición sicológica –no está claro si es síndrome, fase, enfermedad, locura o qué– que se llama idealismo post adolescencia. Bradley Manning, el soldado responsable de la mayor filtración de información clasificada de la historia y que esta semana será sentenciado por atreverse a revelar lo que el gobierno hacía en nombre del pueblo (pero ocultando los hechos para el propio bien, y la seguridad), aparentemente sufre de esta condición. A quienes impulsan políticas bélicas para matar y destruir poblaciones, intervenir, invadir y mantener el asedio contra pueblos enteros, no se les clasifica dentro de algún padecimiento o alguna condición sicológica ni enfermedad, y mucho menos se considera que estén locos; aparentemente todos ellos son normales.El capitán naval David Moulton,
siquiatra militar, testificó la semana pasada, en el consejo de guerra de Manning, que el soldado padecía de una lista de condiciones sicológicas, incluido el idealismo post adolescente. Esto, según Moulton, era porque Manning tenía la impresión de que la información que estaba filtrando cambiaría la manera en que el mundo veía las guerras en Irak y Afganistán, y de
hecho, guerras futuras. Agregó que Manning creía que su acción llevaría a un bien más grande: la sociedad entera llegaría a la conclusión de que la guerra no valía la pena, que ninguna guerra valía la pena. El próximo fin de semana se cumple en Washington el 50 aniversario de la histórica Marcha por Empleos y Libertad del movimiento por los derechos civiles encabezado por el reverendo Martin Luther King, donde pronunció su famoso discurso Yo tengo un sueño. Ese 28 de agosto
de 1963, cientos de miles demandaron igualdad, libertad y empleo para todo ciudadano, y King, con su retórica extraordinaria, declaró: “les digo hoy, mis amigos, que aunque enfrentamos las dificultades de hoy y mañana, aún tengo un sueño. Es un sueño profundamente enraizado en el sueño americano. Tengo un sueño de que un día esta nación se levantará, y vivirá el significado real de su credo… que todos los hombres son creados iguales”. Continuó: tengo un sueño de que mis cuatro hijitos
un día vivirán en un país donde no serán juzgados por el color de su piel, sino por el contenido de su carácter. Afirmó que llegaron a Washington para “recordar a America la urgencia feroz del ahora… Ahora es el momento de hacer real la promesa de la democracia. Ahora es el momento de salir del valle oscuro y desolado de la segregación al camino soleado de la justicia racial… Ahora es el momento de hacer que la justicia sea una realidad para todos los hijos de Dios”.
( Nota de David Brooks en “La Jornada”)

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