MORATORIA PETROLERA
EN LA AMAZONIA DE ECUADOR
EDUARDO GUDYNAS (*)
Fuente “ALAINET”
20 de agosto 2013
(*) EDUARDO GUDYNAS (URUGUAY) -Ecólogo social e
investigador. Secretario ejecutivo del CLAES (Centro Latino Americano de
Ecología Social. Desde el CLAES viene observando desde 30 años, el desarrollo
de las industrias de hidrocarburos y la minería en el continente. Con intensa
actividad internacional Gudynas cuenta con obra publicada en varios países.
Sobre la minería en Uruguay cree que no solo hay un peligroso impacto social y
ambiental en la minería, sino también una concepción de país que esta en una
asignatura pendiente del país.
Una de
las iniciativas ambientales más originales de los últimos años, originada en
Ecuador, buscaba dejar el petróleo en tierra para preservar la Amazonia y sus
pueblos indígenas. Era una idea construida desde la sociedad civil que se
concretó en 2007, durante el primer gobierno de Rafael Correa, enfocándola en
proteger el Parque Nacional Yasuní, y sus áreas adyacentes (conocidas por la
abreviatura ITT). Esos esfuerzos terminaron pocos días atrás, cuando el
gobierno anunció la cancelación de esa
iniciativa y permitir la explotación
petrolera. La idea de una moratoria petrolera en Yasuní-ITT maduró durante
muchos años, pero contó con un marco excepcional otorgado por el sistema de
derechos aprobados en la nueva Constitución de 2008. En ella se organizan de
mejor manera los derechos a la calidad de vida de las personas, la regulación
del uso de los recursos naturales y las salvaguardas a los pueblos indígenas.
En paralelo a éstos, se reconocieron por primera vez los derechos de la
Naturaleza o de la Pachamama. Por otro lado, comenzó a quedar en segundo plano
la fundamentación basada en los derechos de la Naturaleza, para pasar a
priorizar argumentos enfocados en detener el cambio climático global. Se
sostenía que se debía mantener el petróleo bajo tierra
para evitar que una vez
extraído fuera quemado en algún sitio, y los gases producidos alimentaran el
calentamiento global. Con ello, la propuesta era sobre todo una compensación
económica para evitar un aumento en el cambio ambiental planetario.La
iniciativa Yasuní-ITT era mirada con mucho interés por la comunidad
internacional y despertaba muchas ilusiones entre varios movimientos sociales,
al ser un ejemplo de una transición postpetrolera. El presidente Correa acaba
de presentar varios argumentos para cancelar esta iniciativa de
moratoria en
Yasuní-ITT. Uno de ellos fue denunciar la falta de apoyo de la comunidad
internacional, calificándola de hipócrita. En parte le asiste la razón, ya que
muchas naciones industrializadas crecieron gracias a la expoliación de los
recursos del sur, y la iniciativa Yasuní-ITT les permitía comenzar a saldar
esas deudas. Pero tampoco puede minimizarse que al condicionar la moratoria
petrolera a una compensación económica, se cayó en una contradicción
insalvable. El combate a la miseria es otro de los argumentos presidenciales
para cancelar la moratoria petrolera. Esta es una posición que suscita muchas
adhesiones, y debe celebrarse que se usen los recursos naturales en beneficio
del país, en lugar que nutran las arcas
de empresas transnacionales. Pero decirlo no resuelve el problema de cómo asegurar que ello suceda. y está en el núcleo conceptual del desarrollo convencional (creyendo que todo aumento de exportaciones arrastrará al producto interno, y con ello se reduciría la pobreza).
de empresas transnacionales. Pero decirlo no resuelve el problema de cómo asegurar que ello suceda. y está en el núcleo conceptual del desarrollo convencional (creyendo que todo aumento de exportaciones arrastrará al producto interno, y con ello se reduciría la pobreza).
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