lunes, 12 de agosto de 2013

MILLONES DE ABEJAS MUERTAS EN QUILLÓN Y LIUCURA ALTO.

CHILE: 
CATÁSTROFE AMBIENTAL 
EN LA REGIÓN DEL BIOBIO

Escribe 
LUCÍA SEPÚLVEDA RUIZ (*) 
Periodistay escritpora chilena. 
Militante en temas ambientales- 
Fuente “Eco Portal” 
10 de agosto 2013

(*) LUCÍA SEPÚLVEDA RUIZ – Periodista chilena (Universidad de Ch1le). profesión que retomó en los '90 tras luchar en la clandest1nidad como militante y dirigente del MIR. Se ocupa en temas de Medio ambientre, areas referidas al pueblo mapùche, en oposición a los transgenicos -  Escritora. Autora de varios libros. Los  últimos: “Chile: la semilla campesina en peligro” y El “desembarco” de los transgénicos. Publicado el 01 Agosto 2013.Su BLOG http://www.periodismosanador.blogspot.com/


Desde mayo, cuando se les murieron millones de abejas, los apicultores de Quillón y Liucura Alto, ubicados cerca del río Itata en la Región del BioBio, buscan soluciones para continuar con su quehacer. Pero SAG, entidad estatal encabezada por Anibal
Ariztia a nivel nacional, no responde a la emergencia que se extiende también a otras comunas de esa región. Algunos productores apícolas perdieron todas sus abejas, y otros, que quedaron sin cajones, sólo contemplan las flamantes centrífugas para la extracción de miel compradas por ellos mismos o en algunos casos, con apoyo de INDAP.No se está evaluando hasta ahora la influencia de la desaparición de estos millones de abejas en la polinización requerida para los cultivos frutales en esa región. Hasta el año pasado, la versión oficial de SAG era que en Chile no había incidentes que mostraran que en el país también se vivía el síndrome del colapso global de las abejas. Mientras la política del gobierno de Sebastián Piñera sigue con el slogan de
“Chile Potencia Alimentaria”, la realidad muestra lo contrario, con alimentos contaminados, altos precios de frutas y verduras para chilenos y chilenas, y amenazas a la semilla campesina, cuya anunciada privatización oscurece aun más este crítico panorama. Como se demuestra en este grave incidente, la pequeña agricultura campesina sólo cosecha las externalidades negativas del modelo de exportación agroindustrial, intensivo en uso de agroquímicos. En cambio, las transnacionales como Monsanto, Pioneer y Bayer, productoras de semillas híbridas y transgénicas, pero también de agrotóxicos, redoblan su lobby para lograr nuevos privilegios a
través del proyecto de Ley de Obtentores Vegetales en trámite en el Congreso que entrega inéditas garantías para su negocio, incluyendo la prohibición del intercambio y guarda de semillas y el derecho de los dueños de las patentes de semillas, a llevar a juicio a los productores que usen sus semillas, acusándolos de “piratería”. Los apicultores relacionan la mortandad de estos millones de abejas con la aplicación de insecticidas tóxicos recientemente prohibidos en Europa, que continúan siendo legales en Chile: Poncho (nombre comercial del principio activo clotianidina), Gaucho
(Imidacloprid) producidos por Bayer y Syngenta, y otros agrotóxicos utilizados en cultivos de uvas y cerezos. Otra causa de la mortandad, según los apicultores, son las fumigaciones con agrotóxicos realizadas en las plantaciones forestales del sector, un 80% de las cuales son de CELCO y las restantes, del senador Hosain Sabat. Una tercera causa mencionada es que alimentos como la fructosa y las pastillas vitaminizadoras, suministrados a las abejas y recomendados oficialmente, están hechos con maíz transgénico que envenena a las abejas.
( La nota completa de Lucía Sepulveda Ruiz)

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