Escribe
JORGE GÓMEZ BARATA (*)
Fuente ARGENPRESS.info
Martes 13 de agosto 2013
(*)
JORGE GÓMEZ BARATA- Profesor, escritor, historiador, investigador y periodista
cubano- Vive en La Habana- autor de numerosos estudios sobre EEUU. Especializado en temas de política
internacional. Colaborador habitual en los principales medios de prensa,
latinoamericanos y extranjeros. Ha dicho que “En todas las esferas del saber y
de la práctica social, incluyendo la economía, la verdad es siempre sencilla,
...”
Corresponde
a los norteamericanos considerar si Bradley Manny y Edward Snowden son
patriotas o villanos aunque, de no haber actuado como lo hicieron, el
presidente Barack Obama no habría tenido que admitir
que el espionaje interno
ha violado preceptos constitucionales que protegen la intimidad de los
ciudadanos norteamericanos. Al menos eso hay que reconocerles. Por otra parte
no es la primera vez que, guiados por su conciencia, sin obtener ventaja
alguna, ciudadanos estadounidenses reaccionan frente a acciones del gobierno
que vulneran derechos ciudadanos e incurren en ilegalidades. Entre ellos
figuran el psiquiatra Daniel Ellsberg que en 1971 reveló una serie de
documentos conocidos como los “Papeles del Pentágono”. Daniel Ellsberg, quien
trabajaba para el Departamento de Defensa con funciones análogas a las que
cumplían Manny y Snowden, entregó al New York Times 7000 documentos
clasificados del Pentágono en los cuales se probaba que varias administraciones
habían mentido o manipulado la verdad sobre la Guerra en Vietnam. Aunque de
naturaleza diferente, en 1972, en torno al caso Watergate, los editores del
Washington Post y los periodistas Carl Bernstein y Bob Woodward protagonizaron
el más prolongado debate acerca del derecho de la prensa a investigar la
actividad del gobierno e informar a la ciudadanía. En julio de 1974 el
presidente Richard Nixon fue acusado formalmente de obstrucción de la justicia,
abuso de poder, perjurio y desacato al Congreso ante lo cual se decidió iniciar
un “impeachment” (juicio político). Ante lo abrumador de las pruebas, el 8 de
agosto de 1974 Nixon renunció a la presidencia. El hecho dio lugar a que Gerald
Ford se convirtiera en la única persona que sin ser electo para
ninguno de los
dos cargos fue vice presidente y presidente de los Estados Unidos. El primer
acto ejecutivo de Ford, fue indultar a Nixon que de ese modo se tornó inmune a
la acción de la justicia. El precedente sobra para exonerar a Snowden. Los
datos esenciales de la investigación de Carl Bernstein y Bob Woodward fueron
aportados por una fuente conocida como “Garganta profunda” cuya identidad fue
protegida durante 30 años hasta que en junio de 2005, a la edad de 91 años,
Mark Felt, ex director adjunto de FBI durante la presidencia de Nixon reconoció
haber filtrado las informaciones básicas.
(Nota de
Jorge Gomez Barata)
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