miércoles, 23 de octubre de 2013

“ESTAMOS CAYENDO Y NUESTROS LÍDERES INVITAN A LA AUTODESTRUCCIÓN ECONÓMICA Y AMBIENTAL”

  AMERICAN CURIOS  
¿FIN O PRINCIPIO?


Escribe  
DAVID BROOKS (*) 
Corresponsal en EE. UU. 
de “La Jornada” Mx . 
Lunes 21 de octubre 2013

(*) DAVID BROOKS (Toronto, 11 de agosto de 1961), periodista canadiense-estadounidense especializado en política. Columnista del New York Times  y PBS, NYT entre otras Agencias..  Ha sido redactor jefe del Weekly Standard y colaborador en Newsweek y Atlantic .Corresponsal en Estados Unidos de “La Jornada” de México. Entre varios otros medios Autor del bestseller “The Social Animal” (“El animal social”)

Una bicicleta pasa a toda velocidad por Broadway con una enorme bandera en la que se lee "Arrepiéntete. Regresa a Jesús". Un monje tibetano regala tarjetitas que ofrecen un camino para superar todo lo negativo. Un grupo de buenas intenciones trata de platicar con los peatones sobre los peligros mortales de los combustibles fósiles, otro pide contribuciones para niños en el mundo que no tienen qué comer, otro más para rescatar de la extinción a más animales. Las noticias –por radio, periódicos, televisión, Internet, Twitter, Facebook– nutren el pesimismo y el temor (pero los anuncios invitan cada vez más a pan y circo). Todo parece indicar, incesantemente, que estamos cerca del fin del mundo. La disfuncionalidad espectacular de Washington en estas últimas semanas comprobó que no tiene ni idea de cómo resolver los grandes problemas de fondo que padece el país más poderoso. Peor aún es que el acuerdo político no fue para generar empleo, elevar sueldos, invertir más en educación e infraestructura o abordar el cambio climático, sino para evaluar cómo reducir aún más el gasto social para controlar el déficit y la deuda. Algunos afirman que estos son síntomas del fin del imperio estadunidense. Chris Hedges, periodista
premio Pulitzer, corresponsal de guerra para los grandes medios y ahora crítico furioso de una cúpula política y económica dedicada a empeorar la vida de las mayorías, escribió en su artículo en Truthdig que “los últimos días de imperio son carnavales de locura. Estamos en medio del nuestro, cayendo hacia adelante mientras nuestros líderes invitan a la autodestrucción económica y ambiental. Sumeria y Roma cayeron así, como también los imperios otomano y austro-húngaro. Hombres y mujeres de mediocridad asombrosa encabezaban las monarquías de Europa y Rusia en vísperas de la Primera Guerra Mundial. Y Estados Unidos ahora, en su propio declive, ha ofrecido su elenco de débiles, tontos y retrasados para
guiarlo a la destrucción… Si tuviéramos alguna idea de lo que en verdad nos está pasando… nos habríamos amotinado”. Advierte que "nuestro colapso se llevará a todo el planeta". Pero tal vez es el fin sólo de ese mundo. Si uno evita el torrente de noticias sobre las últimas tragedias y horrores que, por alguna razón, se ofrecen con enorme gusto, de repente se asoman otras cosas. Algunas son cotidianas: maestros que educan al próximo Martin Luther King o Albert Einstein, o a los poetas de la próxima generación, a pesar de las reformas que tienen el propósito de aplastar la dignidad, la imaginación, la belleza y casi todo lo noble (eso no cabe en un examen estandarizado ni genera lana para las empresas y financieros detrás de estas reformas).
(Nota de David  Brook en “La Jornada” )

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