viernes, 25 de octubre de 2013

LA CABEZA DE LA INDUSTRIA NUCLEAR ASOMA EN EUROPA

LAS LLUVIAS RADIACTIVAS
PROSIGUEN EN FUKUSHIMA

Escribe  
SALVADOR LÓPEZ ARNAL(*) 
Fuente “Rebelión” 
 24 de octubre 2013

 (*) SALVADOR LÓPEZ ARNAL (Barcelona, 1954) es profesor-tutor de Matemáticas de la UNED y profesor de informática de ciclos formativos en el IES Puig Castellar de Santa Coloma de Gramenet Profesor de Física e Ingeniería Nuclear de la Universidad Politécnica de Catalunya. Escritor, es coautor, junto a Eduard Rodríguez Farré, de “Casi todo lo que usted desea saber sobre los efectos de la energía nuclear en la salud”.Periodista, Columnista de "Rebelión" y de otros portales alternativos de la Red.

PARA JORGE RIECHMANN, PARA JOAN BENACH, PARA EDUARD RODRÍGUEZ FARRÉ, QUE NOS ENSEÑARON A MUCHOS

W. Oppenheimer y J. Viudez [WO-JV] afirman en un reciente artículo -“La energía nuclear asoma la cabeza”  que la industria nuclear “empieza a asomar la cabeza tras el duro golpe de la catástrofe de Fukushima, ocurrida en marzo de 2011”, como si este “duro golpe” hubiera sido superado, disuelto, en camino firme de solución o
Oppenheimer con Einstein
ubicado en el olvido. El Gobierno británico y la eléctrica pública francesa EDF, por ejemplo, han anunciado un acuerdo para construir dos reactores nucleares en Hinkley Point (Somerset), en el sudoeste de Inglaterra, capaces, señalan los dos periodistas, “de suministrar electricidad a cinco millones de hogares”. Hinkley Point C costará 16.000 millones de libras (casi 19.000 millones de euros), 2.000 millones más de lo estimado inicialmente. Los costes siempre sobrepasan los cálculos iniciales. El encarecimiento, en este caso, se debe –o dicen que se debe- a las medidas adicionales de seguridad impuestas por el Gobierno tras estudiar el impacto que podía tener la catástrofe de Fukushima en el programa nuclear británico El anuncio, en opinión de WO-JV, es muy significativo
Fukushima hoy
por varias razones. La primera: “porque se trata del primer proyecto de construcción de una nuclear en Europa después de Fukushima”. La segunda: “porque pone fin a la moratoria nuclear que Reino Unido aprobó en 1986 y que convirtió la central de Sizewell B, que empezó a construirse en 1988 y se inauguró en 1995, en la última erigida en territorio británico”. Es decir, mirado críticamente, un disparate fáustico (¡después de Fukushima!) sumado a otro disparate. Irresponsable (poner fin a la moratoria). Jorge Fabra, de Economistas Frente a la Crisis, sin entrar en otras aristas acaso más importantes de la temática (salud humana, medio ambiente, riesgos, catástrofes, residuos radiactivos,…), ha señalado: “Proyectos con inversiones tan importantes no merecen la pena porque las energías renovables van a terminar por cubrir estas necesidades con menos recursos.
Fukushima hoy
Desde una perspectiva económica y regulatoria me parece muy difícil que se hagan nuevas centrales en Europa y España”. Otro experto en energía, que según los periodistas del País, pie que no se publique su nombre (¿por qué? ¿un crítico clandestino a estas alturas de la película supuestamente democrática?), cree -¡qué creencia tan profunda y original!- que Fukushima ha reforzado las opiniones de los contrarios a la nuclear. “El caso de Alemania es muy claro. Ya habían decidido dejar la energía nuclear, y les sirvió para poner fecha firme. La empresa que se lance tiene que tener buenas garantías, si el Gobierno no da apoyos claros, como hace Reino Unido  o China, es difícil que prospere”. ¿Está claro? Está claro: inversiones aseguradas, este es el punto. Lo
Fukushima hoy
demás es retórica y proclamas económico-teológicas. FUKUSHIMA SIGUE PRESENTE: Agua muy radiactiva ha superado las barreras en la central nuclear japonesa de Fukushima Daiichi  señaló el lunes 14 de octubre TEPCO, la corporación que la gestiona, “después de que subestimara cuánta lluvia caería en la central y no consiguiera bombearla lo suficientemente rápido”. Tokyo Electric Power Co, como es sabido, lleva meses luchando tratando de contener el agua radiactiva en las instalaciones donde se produjeron fusiones de núcleo y explosiones de hidrógeno tras la hecatombe de
Fukushima hoy
marzo de 2011. Después de las fuertes lluvias del domingo, agua con elevados niveles de estroncio radiactivo superó las zonas de contención construidas alrededor de unos 1.000 tanques que almacenan toneladas de agua radiactiva en la central, dijo Tepco. El agua radiactiva es una consecuencia del improvisado sistema de enfriamiento diseñado para mantener los destrozados reactores bajo control en caso de un desastre mayor. La crisis en la central -a unos 220 km al norte de Tokio- pone de manifiesto lo que todos sabemos: “la enormidad de la tarea de contener y controlar el agua radiactiva y eventualmente desmontar la planta”.
( Nota de Salvador Lopez Arnal en “Rebelion “ )

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