jueves, 3 de octubre de 2013

LA ECONOMÍA DE EE. UU. SIGUE ESTANDO EN UNA SITUACIÓN DELICADA

  GUERRA IDEOLÓGICA: 
LA CLAUSURA DE UN GOBIERNO


Escribe 
ALEJANDRO NADAL (*) 
Fuente “La Jornada” de  México   
2 de octubre 2013.

(*)ALEJANDRO NADAL es Doctor en Economía por la Universidad de París y Profesor de Teoría Económica del Colegio de México.  Miembro del Consejo Editor de Sin Permiso y columnista permanente en “La Jornada” de México. Conferencista y Periodista que publica en importantes medios de Europa y América. Trabaja en un libro sobre macroeconomía. Sustenta que esta no es crisis económica, sino que es estructural del sistema.

Para la agenda neoliberal el gobierno siempre es el enemigo. Es el diablo que hay que eliminar, no importa que eso pueda provocar una recesión o una crisis. El breviario ideológico de la derecha es el mismo, de Grecia a Washington, pasando por Berlín y Bruselas. El cierre de las operaciones de rutina del gobierno estadunidense es el último resultado de una furiosa ofensiva ideológica lanzada por el núcleo ultraconservador
del Partido Republicano. Su dominio en la Cámara de Representantes le permitió desafiar a la Casa Blanca. El pretexto es frenar el gasto público y el endeudamiento "excesivos". El objetivo real es destruir la reforma de salud que impulsó la administración Obama y atajar cualquier intento que tenga visos de regresar a esquemas parecidos al estado de bienestar (en especial en materia de salud y educación). El esquema de la reforma en salud de Obama no tiene nada de radical: sus beneficiarios son unos 40 millones de personas que anteriormente carecían de un seguro médico y... las compañías de seguros. Pero el eje ultra de los republicanos considera al Obamacare, como le dicen peyorativamente, un paso más en la ‘inexorable marcha hacia el socialismo’ impuesta por el gobierno ‘central’. Por eso
retó al ejecutivo buscando imponer una enmienda en la ley del presupuesto para impedir el financiamiento de la reforma de salud. El argumento de los republicanos es que “el pueblo de Estados Unidos no quiere la reforma Obamacare”. Pero esa reforma fue aprobada por el Congreso hace un año y fue debidamente promulgada. Un grupo neoliberal argumentó que era anticonstitucional y el caso llegó hasta la Suprema Corte. El fallo del tribunal fue claro: la reforma sobre salud está de acuerdo con los términos de la ley suprema de la unión. Aun así, el núcleo ultraconservador de los republicanos dice "saber" que el pueblo está en contra y eso le confirma su decisión inquebrantable de oponerse al gobierno federal. Para estos caballeros de la pureza neoliberal, todo se vale. Por ejemplo, el senador republicano de Texas Ted Cruz subió a la
tribuna y habló durante veintiún horas, comparando al gobierno con el régimen Nazi y con la Unión Soviética. La táctica de ocupar la tribuna es permitida a un orador (aunque con algunas restricciones como la de no poder sentarse o ir al baño) pero el desplante de Cruz no pudo evitar que el Senado votara las enmiendas necesarias para desbloquear los fondos requeridos por la reforma en materia de salud de Obama. Aunque puede ser prematuro para hacer conjeturas, es posible que la maniobra de Cruz se le revierta a los republicanos. Lo cierto es que en la guerra ideológica nada se perdona, especialmente si se tiene la consigna de no tomar prisioneros.
( La nota de Alejandro Nadal )

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