miércoles, 9 de octubre de 2013

LA SOCIEDAD CIVIL HA DE SUSTITUIR A UN ESTADO EN RETIRADA.

  (BREVE INFORME FORENSE)  
LA MUERTE DEL 
ESTADO DE BIENESTAR

Escribe:  
JOSÉ LUIS OCHOA 
 Periodista, analista español. 
Fuente  
 (Espacio de pensamiento 
y cooperación  política) 
6 de octubre 2013

El gobierno de Holanda, por boca de su rey, anuncio hace unas semanas la muerte del Estado del bienestar, no hay recursos fiscales para sostenerlo, dicen. El gurú de moda en España, Cesar Molinas, lo ha dejado escrito en su último libro: “los Estados deberán cambiar su fuente de legitimidad actual como maximizadores del bienestar de sus ciudadanos por la maximización de las oportunidades que les ofrecen”. El Estado ya no nos dará ni educación, ni sanidad, ni cultura, ni ayudas a la autonomía, ni justicia sino la oportunidad de tener
salud, educación, cultura, autonomía. La alternativa propuesta es que la sociedad civil (la “Big Society” de Cameron) se haga cargo de gran parte de los servicios públicos. Las invocaciones a la participación ciudadana y la autonomía de la sociedad civil frente al derrochador e ineficiente Estado son continuas. No hablan de empresas sino de ciudadanos, ni de privatizaciones sino de participación social. Es la sociedad civil la que ha de sustituir a un estado en retirada. El enemigo ya no es, como en los tiempos de Reagan y Tatcher, el socialismo sino el bienestarismo. El Estado como árbitro (maximizador de oportunidades) de unas reglas del juego en medio de una sociedad civil profundamente desigual, el estado como garante último de la igualdad entre los desiguales. A pesar de la retórica modernizadora que envuelve el mensaje, a poco que se analice sus contenidos
, todo suena demasiado viejo ¿no creen?; es la imposible vuelta al Estado liberal del siglo XIX. La novedad reside en el discurso de legitimación que se nutre de lo que Luc Boltanski y Ève Chiapello llaman “la crítica artística del capitalismo” y que hoy se expresa en la desconfianza libertaria y ciudadanista en el Estado y la política. Los marcos cognitivos del liberalismo y del libertarismo coincide en binomios como el de Estado/sociedad civil, planificación/ espontaneidad social, ley/ conciencia, ciencia/ saberes locales, colectivo/ individuo y otros, dónde el primer término del par es siempre el problema y el segundo, la solución. La crítica liberal y la crítica del Estado del bienestar coinciden en identificar al Estado y a la política como el origen y la sede de la desigualdad y la dominación. Los libertarios tratan al Estado del Bienestar como si fuera el Estado liberal del XIX, mientras que los liberales
aprovechan las grietas que esa crítica abre en la legitimación del Estado del bienestar para volver al Estado liberal. Las críticas artísticas al sistema público de salud y la desconfianza en la medicina que se denominan alopática son un buen ejemplo de cómo se debilita la sanidad pública y universal a partir de argumentos cargados muy buenas intenciones. Los efectos hacen las delicias de los que quieren acabar con la sanidad pública. Ya saben la deshumanización de la medicina, la manipulación universal de´ las farmacéuticas, las terapias naturales, causas todas ellas nobilísimas y más que justificadas pero que enunciadas irracionalmente como impugnaciones totales al sistema de salud juegan a favor del enemigo.
( La nota integra en “Paralelo 36”)

No hay comentarios: