martes, 12 de noviembre de 2013

LOS PRINCIPIOS SOLO SON VALIOSOS SI SON UNIVERSALES.

EL MUNDO 
SE LIBERA DE EEUU

Escribe  
NOAM CHOMSKY (*) 
Columnista en “La Jornada” Mx 
Traducción: Jorge Anaya 
11 de noviembre 2013

(*) AVRAM NOAM CHOMSKY (1928) Es profesor emérito en el Departamento de Lingüística y Filosofía del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés). Es colaborador habitual de TomDispatch y autor de numerosas obras de análisis político. El libro más reciente es “Sistemas de poder: conversaciones sobre levantamientos democráticos en el mundo y nuevos desafíos al imperio estadunidense: entrevistas con David Barsamian) Chomsky hoy reconocido como un activista e intelectual político que se caracteriza por una visión fuertemente crítica de las sociedades capitalistas.

Durante el más reciente episodio de la farsa de Washington que ha dejado atónito al mundo, un comentarista chino escribió que si Estados Unidos no puede ser un miembro responsable del sistema mundial, tal vez el mundo deba separarse del
Norman Ornstein
Estado rufián que es la potencia militar reinante, pero que pierde credibilidad en otros terrenos. En el pasado se lo ha descrito con cierto sarcasmo, pero no sin exactitud, como un Estado de un solo partido: el partido empresarial, con dos facciones llamadas republicanos y demócratas.Ya no es así. Sigue siendo un Estado de un solo partido, pero hace mucho tiempo que abandonó cualquier pretensión de ser un partido parlamentario normal. El comentarista conservador Norman Ornstein, del Instituto Estadunidense de Empresa, describe a los republicanos actuales como "una insurgencia radical, ideológicamente extremista, que se burla de los hechos y de los acuerdos, y desprecia la legitimidad de su oposición política": un grave peligro para la sociedad. El partido está en servicio permanente para los muy ricos y el sector corporativo. Como no se pueden obtener votos con esa plataforma, se ha visto obligado a movilizar sectores de la sociedad que son
Samuel P. Huntington
extremistas, según las normas mundiales. La locura es la nueva norma entre los miembros del Tea Party y un montón de otras agrupaciones informales. El establishment republicano y sus patrocinadores empresariales habían esperado usar esos grupos como ariete en el asalto neoliberal contra la población, para privatizar, desregular y poner límites al gobierno, reteniendo a la vez aquellas partes que sirven a la riqueza, como las fuerzas armadas. Ha tenido cierto éxito, pero ahora descubre con horror que ya no puede controlar a sus bases. De este modo, el impacto en la sociedad del país se vuelve mucho más severo. Ejemplo de ello es la reacción violenta contra la Ley de Atención Médica Accesible y el cierre virtual del gobierno. La observación del comentarista chino no es del todo novedosa. En 1999, el analista político Samuel P. Huntington
Robert Jervis
advirtió que para gran parte del mundo Estados Unidos se "convertía en la superpotencia rufiana", y se le veía como "la principal amenaza externa a las sociedades". En los primeros meses del periodo presidencial de George Bush, Robert Jervis, presidente de la Asociación Estadunidense de Ciencia Política, advirtió que "a los ojos de gran parte del mundo el primer Estado rufián hoy día es Estados Unidos". Tanto Huntington como Jervis advirtieron que tal curso es imprudente. Las consecuencias para Estados Unidos pueden ser dañinas. En el número más reciente de Foreign Affairs, la revista líder del establishment, David Kaye examina un aspecto de la forma en que Washington se aparta del mundo: el rechazo de los tratados multilaterales "como si fuera un deporte". Explica que algunos tratados son rechazados de plano, como cuando el Senado "votó contra la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidades en 2012 y el Tratado Integral de Prohibición de Ensayos Nucleares en 1999".

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