Y CULTURA A LOS INDÍGENAS AMAZÓNICOS
Escribe
OLLANTAY
ITZAMNÁ (*)
Fuente “Otramerica.com”
22
de enero de 2014
(*) OLLANTAY
ITZAMNÁ (Peru) Periodista, abogado, escritor y antropólogo. De origen indígena
quechua. Reconocido investigador y militante por los derechos de los pueblos
originarios del continente. Ha dicho que “afianzaron
el sistema del capitalismo mercantil sobre las cenizas de la dignidad de los
pueblos y de la Madre Tierra. Hace 521 años nos derrotaron, pero jamás nos
vencieron”
El modelo neoliberal convierte a los indígenas quechuas en
campesinos colonos que concluyen el despojo territorial y cultural a otros
pueblos indígenas, como los machiguengas y ashánincas. Esta es la crónica de la
recolonización y el extractivismo en Perú. El Estado peruano no sólo despojó de
sus tierras/territorios a
pueblos amazónicos, sino que producto del proceso del
mestizaje (“civilización”) les anuló casi por completo la soberanía alimentaria
a estos pueblos. El distrito de Kimbiri es uno de los diez municipios de la
provincia de La Convención, en el departamento del Cusco, en el sur del Perú.
Tiene una extensión territorial de 1,134.69 Km2, y una población actual de
20,947 habitantes. Se encuentra en la selva alta de la Amazonía. Forma parte
del codiciado y enigmático VRAEM (valles de los ríos Apurimac, Ene y Mantaro).
Está ubicado en el noroeste del Cusco. En el valle del río Apurimac (afluente
del Amazonas). Colinda con el municipio de Echarate, en cuya jurisdicción está
el Lote 88 (Camisea), la apetecida joya gasífera del Perú neoliberal. En la
actualidad, en
Kimbiri existen tantos
autos y camionetas Hillux 3.0 del año, incluso pilotados por menores de edad,
recorriendo por las polvorientas carreteras o en medio de las casitas
improvisadas de madera, que es imposible no percibir este Perú de pobres con
plata. Casi no existen buses de transporte público. Todo es taxi y carros del
año. Casas de cambio, improvisados locales comerciales, cantinas e iglesias
dinamizan el aún incuantificable dinero “caliente” que se mueve en el lugar. Ante
la pregunta, ¿de dónde sale tanto dinero? la respuesta casi consensuada es: “Es
el canon gasífero”. Pero, si uno insiste con la pregunta, casi siempre la gente
termina respondiendo: “Es la coca”. En el distrito de Kimbiri, en los últimos
años, la
producción de la hoja de coca desplazó de lejos al cacao y a los
frutales tradicionales. Don Grover Alcahuamán, Gerente General del Municipio de
Kimbiri,
nos indica que sólo un aproximado del 5% de la producción de la coca
es entregado a la Empresa Nacional de la Coca (ENACO). Pero, eso sí, no existe
violencia criminal, ni sicariato, ni secuestros. Dicen que existe destacamento
militar en la zona, pero en su respectivo cuartel.
Por el camino se ven algunos
policías motorizados pidiendo limosna (coimas) a los ostentosos pilotos. Este
distrito fue creado en 1990, sobre una fracción del territorio habitado por
pueblos nativos machiguengas y ashánincas, de origen seminómada, hijos/as de la
selva y de los ríos. En la actualidad, de las 39 comunidades del distrito, 15
son comunidades nativas (machiguengas y ashánincas), pero en situación de completo
saqueo material y cultural, carcomidos por la desnutrición crónica, y, muchos,
ilusionados por la fracasada modernidad que los inunda. Si la Corona española
no pudo avanzar sobre la selva peruana, el Estado republicano sí lo logró.
Pero, utilizó a campesinos quechuas para reducir a machiguengas y ashánincas, y
“dominar” la selva.
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