viernes, 24 de enero de 2014

KIMBIRI ES LA MATERIALIZACIÓN MÁS BURDA EN MINIATURA DE LAS “BONDADES” Y VICIOS DEL SISTEMA NEOLIBERAL

PERÚ DESPOJA DE TERRITORIO 
Y CULTURA A LOS INDÍGENAS AMAZÓNICOS

Escribe  
OLLANTAY ITZAMNÁ (*) 
Fuente “Otramerica.com”
 22 de enero de 2014

(*) OLLANTAY ITZAMNÁ (Peru) Periodista, abogado, escritor y antropólogo. De origen indígena quechua. Reconocido investigador y militante por los derechos de los pueblos originarios del continente. Ha dicho que “afianzaron el sistema del capitalismo mercantil sobre las cenizas de la dignidad de los pueblos y de la Madre Tierra. Hace 521 años nos derrotaron, pero jamás nos vencieron” 

El modelo neoliberal convierte a los indígenas quechuas en campesinos colonos que concluyen el despojo territorial y cultural a otros pueblos indígenas, como los machiguengas y ashánincas. Esta es la crónica de la recolonización y el extractivismo en Perú. El Estado peruano no sólo despojó de sus tierras/territorios a
pueblos amazónicos, sino que producto del proceso del mestizaje (“civilización”) les anuló casi por completo la soberanía alimentaria a estos pueblos. El distrito de Kimbiri es uno de los diez municipios de la provincia de La Convención, en el departamento del Cusco, en el sur del Perú. Tiene una extensión territorial de 1,134.69 Km2, y una población actual de 20,947 habitantes. Se encuentra en la selva alta de la Amazonía. Forma parte del codiciado y enigmático VRAEM (valles de los ríos Apurimac, Ene y Mantaro). Está ubicado en el noroeste del Cusco. En el valle del río Apurimac (afluente del Amazonas). Colinda con el municipio de Echarate, en cuya jurisdicción está el Lote 88 (Camisea), la apetecida joya gasífera del Perú neoliberal. En la actualidad, en
Kimbiri  existen tantos autos y camionetas Hillux 3.0 del año, incluso pilotados por menores de edad, recorriendo por las polvorientas carreteras o en medio de las casitas improvisadas de madera, que es imposible no percibir este Perú de pobres con plata. Casi no existen buses de transporte público. Todo es taxi y carros del año. Casas de cambio, improvisados locales comerciales, cantinas e iglesias dinamizan el aún incuantificable dinero “caliente” que se mueve en el lugar. Ante la pregunta, ¿de dónde sale tanto dinero? la respuesta casi consensuada es: “Es el canon gasífero”. Pero, si uno insiste con la pregunta, casi siempre la gente termina respondiendo: “Es la coca”. En el distrito de Kimbiri, en los últimos años, la
 producción de la hoja de coca desplazó de lejos al cacao y a los frutales tradicionales. Don Grover Alcahuamán, Gerente General del Municipio de Kimbiri,
nos indica que sólo un aproximado del 5% de la producción de la coca es entregado a la Empresa Nacional de la Coca (ENACO). Pero, eso sí, no existe violencia criminal, ni sicariato, ni secuestros. Dicen que existe destacamento militar en la zona, pero en su respectivo cuartel. 
Por el camino se ven algunos policías motorizados pidiendo limosna (coimas) a los ostentosos pilotos. Este distrito fue creado en 1990, sobre una fracción del territorio habitado por pueblos nativos machiguengas y ashánincas, de origen seminómada, hijos/as de la selva y de los ríos. En la actualidad, de las 39 comunidades del distrito, 15 son comunidades nativas (machiguengas y ashánincas), pero en situación de completo saqueo material y cultural, carcomidos por la desnutrición crónica, y, muchos, ilusionados por la fracasada modernidad que los inunda. Si la Corona española no pudo avanzar sobre la selva peruana, el Estado republicano sí lo logró. Pero, utilizó a campesinos quechuas para reducir a machiguengas y ashánincas, y “dominar” la selva. 

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