LA CONTAMINACIÓN QUÍMICA
Escribe
VÍCTOR L.
BACCHETTA (*)
Fuente “Observatorio Minero”
Publica Semanario “La Otra Voz”
Tacuarembó 6 de
Febrero 2014
(*) VÍCTOR LETEO BACCHETTA, (Montevideo,Uruguay 1943) periodista investigador
independiente . Escritor Estudios de
ingeniería en la Universidad de la República. Se especializa en temáticas de medio ambiente en sus diferentes
expresiones. También sobre Ecología y Derechos Humanos. Es un profundo conocedor del tema explotación
minera en el Uruguay. Publica en importantes medios del continente. Es
conferencista a nivel internacional en esas disciplinales. Miembro de RedCalc
en Uruguay .
Desde el drenaje ácido de los cráteres y las pilas de rocas,
pasando por la separación del hierro y las filtraciones del embalse de relaves
y las lagunas artificiales, hasta los gases emitidos por los explosivos y los
combustibles, las minas de Aratirí tendrán, de llevarse a cabo, un alto impacto
contaminante sobre el medio ambiente, con serios riesgos para la vida vegetal,
animal y humana de una
vasta área de la región. Decir una verdad a medias, como
si fuera toda la verdad, es una manera muy eficaz de esconder una mentira.
Frente a la pregunta de si el proyecto de extracción de hierro en la zona de
Valentines contaminará el ambiente, la empresa Aratirí ha dicho: “a diferencia
de la minería de otros metales, Aratirí no necesitará utilizar ningún producto
químico para separar y concentrar el hierro”. Esto es solo parte de la verdad. El
yacimiento de Valentines fue largamente estudiado en el país a lo largo del
siglo pasado, con perforaciones de hasta 200 metros de profundidad. De acuerdo
con el profesor Jorge Bossi, la composición mineralógica de este yacimiento, no
afectada por fenómenos posteriores, era de 38% de magnetita. Si fuera solo
magnetita, el metal puede separarse hasta cierto punto sin usar químicos, pero
no es así. “Uno de los fenómenos más
importantes a considerar es la oxidación de magnetita a hematita, lo que hace
que la mena ferrífera presente
características totalmente distintas en
profundidad y en superficie. Esa dualidad de la naturaleza mineralógica de la
materia prima es la causa de la necesidad de un delicado estudio para
determinar el proceso de concentración más apropiado”, explica Bossi más adelante.
Según esos estudios, la oxidación de la magnetita por el aire y el agua podría
llegar, dependiendo de la pendiente de los cerros, hasta los 35 metros de
profundidad. Es decir que una parte del mineral de Valentines está constituido
por hematita y en ésta el hierro no puede ser separado por magnetismo, sino que
requiere un proceso químico. Ningún informe de Aratirí ha dicho hasta ahora
cómo tratará la hematita. Por otra parte, el
mineral debe ser triturado y
mezclado con agua para la separación del hierro con un hidrociclón. Al fluido
desechado de este proceso se le agrega un floculante para mejorar las
condiciones de sedimentación en el embalse de relaves. Aratirí utilizaría 1.700
toneladas diarias de poliacrilamida, un floculante orgánico que puede generar
cáncer, lesiones genéticas y del aparato reproductor. Una de las principales
fuentes de contaminación química del proyecto de Aratirí está constituida por
el drenaje ácido de roca (DAR) que se escurre por las paredes de los cráteres –
de 100 hectáreas de superficie y 350 metros de profundidad, los de menor tamaño
– y por las pilas de desmonte al costado de los cráteres, con una superficie de
2,5 a tres veces mayor que el cráter y una altura de hasta 100 metros.
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