Escribe
SERGIO RAMÍREZ (*)
Fuente “La Jornada” de Mx.
28 de febrero 2014
(*) SERGIO RAMIREZ – (1942 Nasatape Nicaragua) A los 18 años
fundó la revista “Ventana” junto con Fernando Gordillo En 1963 publicó su primer libro en 1964 se
graduó en Leyes por la Universidad Nacional Autónoma de León. En Costa Rica
fundo revista “Repertorio” Integro la lucha contra el dictador Somoza, desde el
FSLN. En 1981, derrotada la dictadura, fue VicePresidente en el gobierno de
Daniel Ortega. En el gobierno de Violeta Chamorro, fue legislador. Ha sido
periodista, analista político internacional, autor de varios libros, eferente
en la joven historia del continente.
La
lectura es sensual. Se abre un libro para gozarlo. El primer deber de un libro
de ficción es distraer, y aun las lágrimas que se vierten al leer sobre dolores
y desventuras son parte de ese mismo gozo. Al tratar de iniciar a alguien en la
lectura, lo peor es anteponer entre el lector y el libro algún aburrido
propósito pedagógico.
Un libro sólo es capaz de enseñar si primero gusta. Si no
hace reír, si no conmueve, toda enseñanza, toda filosofía, se volverán
inútiles, pues nadie llega a la última página de un libro fastidioso; y cuando
se abandona la lectura al apenas empezar, es como si ese libro nunca hubiera
sido escrito para quien llegó a tenerlo entre sus manos. Veamos al libro como
una casa de muchas habitaciones, cada una con un decorado diferente. Uno puede
asomarse a esas habitaciones a través de sus múltiples ventanas, o entrar a
vivir en ellas. Al hablar de la enseñanza de la literatura, Jorge Luis Borges
cita una frase del doctor Johnson, el sabio británico de las letras que vivió
en el siglo XVIII: "La idea de la lectura obligatoria es una idea absurda:
tanto valdría hablar de felicidad obligatoria".
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