viernes, 4 de abril de 2014

DESIGUALDADES RESULTAN DE POLÍTICAS. HAY POLÍTICAS QUE LAS AUMENTAN Y OTRAS QUE LAS REDUCEN

UNA CONFRONTACIÓN SILENCIOSA

Escribe  BERNARDO KLIKSBERG (*) 
Fuente “Página 12” Buenos Aires 2 de abril 2014


(*) BERNARDO KLIKSBERG – (Argentina) Dr. en Economía. Pionero de la "Ética para el Desarrollo”. Es de los principales expertos a nivel mundial en lucha contra la pobreza. Autor de 50 libros y centenares de trabajos en áreas críticas del desarrollo, la Responsabilidad Social Empresarial, el capital social, la lucha contra la pobreza, El último libro “Primero la gente” es best seller internacional, con 19 ediciones, escrita con el premio Nobel de Economía Amartya Sen.

Doscientas mil personas son actualmente los dueños, según un banco suizo, de casi la mitad del producto bruto mundial; el 50 por ciento, 3500 millones de personas, tienen sólo el uno por ciento. Mientras el uno por ciento más rico ganó en 2013 1746 millones de dólares promedio cada uno, los pobres recibieron menos de 1000. Tienen insuficiencias alimentarias, viven en tugurios lóbregos, carecen de agua potable, no tienen instalaciones sanitarias; los niños tienen que trabajar desde muy pequeños y la gran mayoría deserta de la escuela. Se ha intentado legitimar el
 aumento de las desigualdades mediante paradigmas para los cuales son “inevitables para el progreso” o “sólo una etapa transitoria mientras se produzca el derrame”, y “atacarlas generaría el caos”. No importa que la realidad haya desmentido dichos paradigmas, ha habido un “negacionismo sistemático” de las evidencias en contrario. Los latinoamericanos vivieron sus efectos y por eso reclamaron en todo el continente, por diversas vías, economías que dieran respuestas colectivas y redujeran efectivamente la pobreza y las desigualdades. Se pusieron en marcha y, si bien falta mucho, las cifras cambiaron. La pobreza bajó de más del 40 por ciento al 28 para toda la región, mucho menos en algunos países. En ellos –como entre otros Argentina, Brasil, Uruguay– millones de personas salieron de la pobreza y se ampliaron las clases medias. No “llovió inclusión”, sino que hubo reformas sociales profundas apoyadas por la mayoría de la ciudadanía, que significaron ingresar en otro paradigma diferente del pregonado por el uno por ciento más rico. Por debajo de los grandes debates sobre políticas, hay hoy una confrontación silenciosa de paradigmas.  

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