sábado, 12 de abril de 2014

POR QUÉ LOS INDICADORES DE DESIGUALDAD QUE SE UTILIZAN NO NOS SIRVEN PARA ENTENDER LA REALIDAD

  LA MAYOR (Y MÁS SILENCIADA)   
CAUSA DEL CRECIMIENTO 
DE LAS DESIGUALDADES

Escribe VICENÇ NAVARRO (*) 
 (de Publico.es) 4 de abril 2014

(*) VICENÇ NAVARRO -  Catedrático de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Pompeu Fabra (Barcelona, España). También profesor de Políticas Públicas en The Johns Hopkins University Dirige el Programa en Políticas Públicas y Sociales de la Universidad Pompeu Fabra y The Johns Hopkins University.Es uno de los investigadores españoles más citados en la literatura científica internacional en ciencias sociales

Es una suerte tener aún economistas que se salen del pensamiento único y nos ayudan a descubrir la realidad de una pseudociencia al servicio de los amos. Las desigualdades en la mayoría de países a los dos lados del Atlántico norte, Norteamérica y la Unión Europea, han crecido alcanzando unos niveles nunca vistos desde principios del siglo pasado, cuando tuvo lugar la Gran Depresión. Existe toda una extensa bibliografía que intenta explicar este hecho. El problema que conlleva y reproduce este conocimiento hegemónico es que ignora el contexto político, que
condiciona y determina el conocimiento económico. Una de las explicaciones que se han dado con mayor frecuencia para explicar la disminución de los salarios (una de las mayores causas del crecimiento de las desigualdades) es la globalización económica, con la movilidad de capitales que se desplazan a países de bajos salarios para abaratar sus productos. Pero esta explicación ignora que los países escandinavos como Suecia o Noruega, por ejemplo, están entre los países más globalizados del mundo. En otras palabras, son las variables políticas (lo que se llama el contexto político) las que determinan el fenómeno económico (y no a la inversa). Esta realidad constantemente es olvidada incluso por autores progresistas, como Christian Felber, que en su conocido libro “La economía del bien común” apenas toca el contexto político, reduciendo su libro a un tratado de ingeniería económica sin considerar las variables políticas que harían posible su realización. Esta ignorancia o desconocimiento del contexto político ha llevado al establecimiento de unas ciencias económicas que nos limitan en el entendimiento de las desigualdades. Para poder entender y, por lo tanto, medir mejor las desigualdades, hay que comenzar por entender de dónde proceden las rentas. (ir a la nota completa)

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