jueves, 5 de junio de 2014

PATROCINADORES,DONDE ESTAN MC DONALDS, COCA-COLA Y OTROS MUCHOS MAS NO PAGARÍAN IMPUESTOS POR 12 MESES

BRASIL A MENOS DE DOS SEMANAS DEL MUNDIAL: 
LA FIFA GANA POR GOLEADA 
Joseph Blatter

Esçribe Gabriel Díaz, 
Fuente “BRECHA”. Desde Río de janeiro. 
Publica “ARGENPRESS.INFO” 
lunes, 2 de junio de 2014 

 En 2007 los brasileños celebraron extasiados la buena nueva. Los próximos anfitriones de la gran fiesta del fútbol mundial serían los dueños de la pelota, seguidos por un pueblo eufórico. Pero el tiempo pasó y la euforia se apagó. La prepotencia de la FIFA ha quedado una vez más al descubierto, mientras el gobierno federal ha seguido sin chistar los mandatos de los verdaderos patrones de la fiesta. Los brasileños se sienten estafados y se rebelan frente al más blindado de todos los mundiales. Cuando se inventaron los límites de los países de esta región cada uno armó su propio combo de simbologías nacionalistas: un héroe libertador, una bandera, un himno y muchos óleos dieron consistencia fáctica a la ficción. En Brasil no. No hubo grandes batallas, ni libertadores idolatrados. La princesa Isabel,
regente del imperio, se exilió cuando los militares tomaron el poder, poco después de que se firmara la “ley áurea” que abolió la esclavitud en 1888. La nación, dirigida por patricios y grandes latifundistas, se sintió huérfana por décadas de aquel imprescindible relato histórico. Con la autoestima por los suelos, como lo recogió en sus crónicas el periodista Nelson Rodríguez, Brasil tuvo que esperar hasta 1958 para que por fin emergiera el “héroe” anhelado: el fútbol. Tras el fracaso de 1950, el triunfo en el Mundial de Suecia dio sentido al gentilicio “brasileño”. Pero se dio la paradoja de que los principales protagonistas de la gran batalla, entre ellos Didí, apodado Príncipe Etíope, y el novel Pelé, eran negros, formaban parte de los millones de nietos de esclavos, pobres y analfabetos.
No obstante, la victoria fue ovacionada en todo el país, y de ahí en adelante el fútbol, capitaneado por héroes negros en un país que se reconoce racista, sería fuente de emoción y de fervor nacionalista. Encabezaban la foto el presidente Ignácio Lula da Silva y el ex jugador de fútbol y hoy diputado Romario de Souza. La imagen de ambos junto al presidente de la FIFA, Joseph Blatter, y la destellante copa dorada, recorrió el planeta en 2007, cuando Brasil fue designado sede del Mundial 2014. Los brasileños acompañaron la noticia con algarabía. La pobreza se reducía progresivamente y el presidente Lula gozaba de una amplia popularidad. El gobierno aseguró que la inversión en los estadios sería privada y que las obras del Mundial (en transporte e infraestructuras) se constituirían en un legado para el país. La FIFA puso sobre la mesa sus exigencias.
Tanto la asociación como sus patrocinadores, entre los que se encuentran Mc Donalds y Coca-Cola, no pagarían impuestos por 12 meses. Así lo estipula la llamada “ley FIFA”, firmada por la presidenta Dilma Rousseff. En resumidas cuentas, la organización que rige el fútbol se fijó el objetivo de recaudar en Brasil la cifra récord de 3.500 millones de dólares, tras la frustración que significó Sudáfrica en 2010. Con el paso del tiempo, Romario, diputado por el Partido Socialista Brasileño y ex aliado de Lula, se convirtió en una de las voces más críticas cuando comenzaron a conocerse los millones de reales que saldrían del estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (bndes) para financiar el 98 por ciento de los gastos del Mundial. Además de denunciar la corrupción política interna  ( …ir a la nota completa)

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