martes, 19 de agosto de 2014

EE.UU. incidente en Ferguson; CADENAS

  American Curios  
HAY MÁS AFROESTADUNIDENSES
EN PRISIÓN, LIBERTAD CONDICIONAL
O BAJO FIANZA
 QUE LOS ESCLAVIZADOS EN 1850
    
Escribe 
DAVID BROOKS (*) 
Corresponsal de “La Jornada” 
de Mexico en Estados Unidos. 
18 de agosto 2014

(*) DAVID BROOKS (Toronto, 1961), periodista y escritor canadiense-estadounidense especializado en política. Escribe en el New York Times y en PBS. Corresponsal de “La Jornada” de México en EE UU. Responsable de la página editorial del Wall Street Journal, y del Weekly Standard . Autor entre otros  de:”En el Paraíso Drive: ¿Cómo vivimos ahora”   (2004), “Bobos in Paradise: La nueva clase superior y cómo llegaron allí” (2000) y “El Animal Social” (2011), grandes éxitos editoriales.


Lo único que queremos es quitarnos las cadenas/Lo que único que queremos es ser libres, canta el rapero J. Cole. Mensaje común y ambiguo en la música popular desde siempre, pero esta vez tiene un contexto muy particular: otro joven afroestadunidense baleado por policías en el mero centro de este país. La canción fue la primera sobre el incidente en Ferguson, Misuri, en generar atención
Michelle Alexander
masiva, pero para la comunidad hip-hop estos incidentes son personales y demasiado comunes. ¿Me puedes decir por qué cada vez que salgo tengo que ver negros morir?, canta J.Cole. Las escenas en los días después de que Michael Brown, afroestadunidense de 18 años, cayó muerto por balas de un policía blanco local en la calle en su pueblo, un tipo de suburbio de San Luis, Misuri, dieron la vuelta al mundo y fueron calificadas por reporteros y hasta militares veteranos como zona de guerra. Las expresiones de ira de ese pueblo por la muerte de uno de sus hijos fueron confrontadas por la policía local que, con equipo militar, apuntó ametralladoras y rifles de asalto M-16 a jóvenes y hasta a niños, lanzó gas lacrimógeno en tanquetas blindadas y disparó balas de goma contra cientos de ciudadanos afroestadunidenses e incluso contra periodistas. Desde que se declaró la guerra
Ante la Iglesia de Ferguson
contra el terrorismo y las fuerzas policiacas del país fueron bautizadas como la primera línea en ese frente, se traslada cada vez más equipo militar a estas fuerzas locales. Con ello, se vuelven de cierta manera tropas de ocupación de sus propios pueblos. Eso, combinado con las secuelas de más de un siglo de segregación racial en la región de Ferguson, nutrió las tensiones: la fuerza policiaca de Ferguson, pueblo predominantemente afroestadunidense, es 95 por ciento blanca. El incidente en Ferguson no fue inusual. Esa misma semana otro afroestadunidense desarmado fue ultimado a tiros por un policía en Los Ángeles; dos semanas antes otro fue ahorcado por un

policía cuando lo arrestaban por vender cigarros sueltos en Nueva York. La lista de víctimas reciente es larga y la histórica es incontable. Lo que ocurrió en Ferguson una vez más reveló algo debajo de la superficie del país que afirma ser faro de la libertad y la justicia: la violencia institucional y sistémica, que tiene una expresión racial muy particular. Ser afroestadunidense en Estados Unidos es vivir en peligro. “Hay más afroestadunidenses sometidos al control del sistema correccional hoy día –en prisión, libertad condicional o bajo fianza– que los esclavizados en 1850”, comenta la jurista académica Michelle Alexander, autora del extraordinario libro The New Jim Crow, sobre la encarcelación masiva y el racismo institucional.  (…ir a la nota completa)  

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