FRACASADOS LOS PLANES DE GUERRA
VINO GUERRA DE TRINCHERAS:
MILLONES DE PERSONAS MURIERON...
Escriben
AMY GOODMAN - DENIS MOYNIHAN (*)
Fuente “Democracy
Now!”
29 de agosto 2014
(*) AMY
GOODMAN Locutora, periodista y escritora progresista de EE UU. Egresada de
Harvard University en 1984, Fundo”Democracy Now” noticiero internacional que se
emite diariamente en más de 750 emisoras de radio y televisión en inglés y en
más de 400 en español,juntamente con DENIS MOYNIHAN colabora en "Democracy
Now!" . Es co-autor del libro "Los que luchan contra el sistema:
Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos", editado
por Le Monde Diplomatique Cono Sur. Traducido por Mercedes Camps. Edición:
María Eva Blotta y Democracy Now! en español.
En su épico libro ganador del Premio Pulitzer “Los Cañones
de Agosto”, la historiadora Barbara Tuchman relata cómo comenzó la Primera
Guerra Mundial en 1914 y cómo la beligerancia, la vanidad y las políticas
mediocres de líderes poderosos llevaron a millones de personas a una muerte
sangrienta durante ese conflicto de cuatro años. Antes de que la gente se diera
cuenta de que las guerras debían numerarse, a la Primera Guerra Mundial se la
llamaba “La Gran Guerra”
o “La Guerra que Pondrá Fin a Todas las Guerras”, lo
cual no sucedió. Se trató de la primera guerra moderna, con matanzas masivas y
tropas mecanizadas en tierra, mar y aire. Podemos mirar esa guerra en retrospectiva,
hoy, a 100 años de su comienzo, como a través de un espejo distante. El reflejo
de la situación en la que nos encontramos hoy luce desalentador visto desde el
país más bélico de la historia de la humanidad, Estados Unidos. Durante los
primeros años del siglo XX, los líderes de los países de Europa tejieron una
red de alianzas mediante tratados por los que cada país se obligaba a actuar
militarmente en defensa de otro en caso de guerra. Cuando el hijo del emperador
austríaco, el Archiduque Francisco Fernando, se encontraba de visita en
Sarajevo el 28 de junio de 1914, Gavrilo Princip, un nacionalista serbio de
diecinueve años de edad, lo asesinó. Como relata Barbara Tuchman en su libro
publicado en 1962, el
Imperio austrohúngaro atacó a Serbia, lo cual desató una
reacción en cadena, que implicó el involucramiento de Rusia, Francia, Bélgica y
Gran Bretaña en la guerra contra el Imperio austrohúngaro, Alemania y el
Imperio otomano. Tras fracasar los planes de guerra de las distintas potencias,
se inició un período de despiadada guerra de trincheras durante el cual
millones de personas perdieron sus vidas bajo el incesante fuego de morteros,
ametralladoras, gas mostaza y modernos aviones equipados con ametralladoras y
bombas. Se estima que a lo largo de la guerra habrían muerto unos 9.700.000
soldados y 6.800.000 civiles. ¿Qué hemos aprendido del desastre de la Primera
Guerra Mundial... si es que hemos aprendido algo? Pensemos en Gaza o en
Ferguson, Missouri. Después de los casi 50 días de bombardeos sobre Gaza, por
parte de un ejército israelí equipado con las armas más sofisticadas y
mortíferas financiadas por Estados Unidos, las autoridades sanitarias de Gaza
ubican la cifra de palestinos fallecidos en 2.139, de los cuales más de 490 son
niños.
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