jueves, 11 de septiembre de 2014

EN BRASIL:MARINA SILVA DEJA CLARO A QUÉ VINO

TRES PUNTOS CLAVES, COMO EL MERCOSUR:
 SUSTITUIRLO POR ACUERDOS BILATERALES,
ES UN CLARO RUMBO NETAMENTE NEOLIBERAL.
  
Escribe 
EMIR SADER (*) 
Fuente: BLOG del autor en 
“Publico.es” de España 
7 de Septiembre 2014

(*) EMIR SADER (BRASIL 1943): Sociólogo y científico. Es profesor Y Doctor de Ciencia Politica de la Universidad de São Paulo (USP) y de la Universidad  do Estado do Río de Janeiro (Uerj),  miembro de CLACSO (Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales). Reseña las consecuencias del modelo neoliberal que dejó a América Latina sumida en la precarización laboral en su Blog  que es “Carta Maior”


Después de algunas semanas, Marina Silva lanzó su programa de candidata a la presidencia de Brasil. Tres puntos se destacan por su relevancia: independencia del Banco Central, disminuir la importancia del crudo pré-sal y la influencia del Mercosur, sustituyéndolo por acuerdos bilaterales. Los tres puntos no podrían ser
más significativos porque se chocan directamente con las orientaciones de los gobiernos de Lula y de Dilma. Los tres, en su conjunto, apuntan hacia un proyecto de orientación netamente neoliberal. La autonomía del Banco Central es una de las tesis más pregonadas por el recetario neoliberal. Repone el debilitamiento del Estado y el fortalecimiento de la centralidad del mercado, porque se sabe que la mentada independencia es respecto del Gobierno. En este caso, sobre un modelo de desarrollo económico indisolublemente vinculado a la distribución del ingreso. Restar al gobierno el control de la política monetaria y dejarla sometida a la influencia directa de los agentes del mercado –en particular del sistema bancario privado– es desplazar la

capacidad de ese modelo de someter el equilibrio fiscal a las políticas distributivas y someterse a la centralidad del ajuste fiscal, buscado por el neoliberalismo. Restarle importancia al crudo pré-sal es tirar por la borda la capacidad de Brasil para independizarse en términos de política energética, de disponer de gran cantidad de recursos provenientes de la exportación y, además, conforme a una decisión ya aprobada por el Congreso, dedicar el 7,5% de esos recursos para la educación y el 2,5% para la salud. Sería una política suicida también en términos de desarrollo tecnológico de Brasil, y no sería eficaz como impulso económico, por las inmensas demandas que la exploración del pré-sal 


 requiere. Esas posiciones se complementan –y ganan su pleno sentido– cuando se analiza qué puede querer decir bajar la importancia del Mercosur y desarrollar acuerdos bilaterales. El Mercosur significa aquí la política de prioridad de los acuerdos regionales respecto del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, pregonado por el Gobierno de Fernando Henrique Cardoso y bloqueado por la victoria de Lula en 2002. Bajar la importancia del Mercosur entonces, realmente, significaría bajar la importancia de toda la gama de instancias de integración desarrolladas y creadas en los últimos años: Banco del Sur, Consejo Sudamericano de Defensa, Unasur, Celac, así como los mismos Brics y sus acuerdos recién establecidos, que incluyen el Banco de Desarrollo y el Fondo de Reservas de apoyo a países con problemas de divisas.   (…ir a la nota completa)

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