PROBABLE FIN DE LA ERA DE LA CIVILIZACIÓN
EN INFORME DEL PANEL INTERGUBERNAMENTAL
SOBRE CAMBIO CLIMÁTICO (PICC),
Escribe
NOAM CHOMSKY (*)
Columnista habitual en
“La Jornada” de Mexico
(Distributed by
The
New York Times Syndicate)
13 de
septiembre 2014
(*) AVRAM NOAM
CHOMSKY (1928) Es
profesor emérito en el Departamento de Lingüística y Filosofía del Instituto
Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés). Es colaborador
habitual de TomDispatch y autor de numerosas obras de análisis político. El
libro más reciente es “Power Systems: Conversations on Global Democratic
Uprisings and the New Challenges to U.S” (“Sistemas de poder: conversaciones sobre levantamientos democráticos en
el mundo” ) y nuevos desafíos al imperio estadunidense: entrevistas con David
Barsamian) Chomsky hoy reconocido como un activista e intelectual
político que se caracteriza por una visión fuertemente crítica de las
sociedades capitalistas
No es agradable contemplar los pensamientos que deben de
pasar por la mente del búho de Minerva cuando, al caer la noche, ella emprende
la tarea de interpretar la era de la civilización humana, que ahora tal vez se
acerque a su nada
glorioso final. La era comenzó hace casi 10 mil años en la
Media Luna Fértil, que se extendía desde las tierras entre el Tigris y el
Éufrates a través de Fenicia hacia la costa oriental del Mediterráneo, y de
allí al valle del Nilo, a Grecia y más allá. Lo que ocurre en esa región ofrece
dolorosas lecciones sobre las profundidades a las que la especie es capaz de
descender.La tierra entre el Tigris y el Éufrates ha sido escenario de
indecibles horrores en años recientes. La agresión de George W. Bush-Tony Blair
en 2003, que muchos iraquíes compararon con las invasiones mongolas del siglo
XIII, fue un golpe letal más. Destruyó mucho de lo que sobrevivió a las
sanciones de la ONU impulsadas por William Clinton contra Irak, condenadas por
genocidas por los distinguidos diplomáticos Denis Halliday y Hans von Sponeck,
quienes las administraban antes de renunciar en señal de
protesta. Los
devastadores informes de Halliday y Von Sponeck recibieron el tratamiento que
se suele dar a los hechos indeseables. Una consecuencia terrible de esa
invasión se muestra en la guía visual a la crisis en Irak y Siria del New York
Times: el cambio radical de los vecindarios en que convivían diversas
religiones, en 2003, a los actuales enclaves sectarios, atrapados en un odio
profundo. Los conflictos incendiados por la invasión se han extendido y ahora
reducen toda la región a esco. Gran parte de la zona del Tigris y el Éufrates
está en manos del Isil y su autoproclamado Estado Islámico, sombría caricatura
de la forma extremista del Islam radical que tiene asiento en Arabia Saudita.
Patrick Cockburn, corresponsal de The Independent en Medio Oriente y uno de los
analistas mejor informados sobre el Isil, lo describe como una horrible
organización, en muchos sentidos fascista,
muy sectaria, que mata a todo el que
no cree en su particular versión rigurosa del Islam. (……..) El probable fin de
la era de la civilización se atisba en el borrador de un nuevo informe del
Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (PICC), el observatorio,
conservador en general, de lo que ocurre en el mundo físico. El planeta se
acerca a la temperatura en la que la pérdida de la vasta capa de hielo sobre
Groenlandia será incontenible. Eso, junto con el derretimiento del hielo del
Antártico, podría elevar los niveles del mar hasta inundar ciudades importantes
y planicies costeras. Un índice del impacto humano es la extinción de
especies,
que ahora se estima del mismo ritmo que hace 65 millones de años, cuando un
asteroide golpeó la Tierra, lo cual se presume que fue la causa del fin de la
era de los dinosaurios, que abrió el camino a la proliferación de mamíferos pequeños
y, a la larga, de los humanos modernos. Hoy los humanos somos el asteroide que
condena a gran parte de la vida a la extinción.
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