FUKUSHIMA ES UN HECHO QUE NOS HA SACUDIDO:
PRIMERO, PUSO EN
CUESTIÓN EL PRINCIPIO
QUE SOSTIENE LA LÓGICA CAPITALISTA
NEOLIBERAL Y DEL
DESARROLLISMO:
Escribe
ELIZABETH PEREDO (*)
Fuente “EcoPortal”
20 de octubre
2014
(*) ELIZABETH PEREDO
.Psicóloga Social, investigadora y activista boliviana. Es directora de
la Fundación Solón, una institución
dedicada a la eco-justicia. “Los científicos afirman que la intervención humana
en los cambios del planeta ha alcanzado una magnitud mayor a cualquier desastre
natural”. Activista dedicada, en la actualidad, al estudio
de los efectos del cambio climático sobre los glaciares en
Bolivia,y lo que esto significa para el
acceso al agua en vastas areas del país.
(…) La tragedia de Japón irradiada desde Fukushima ha
derivado en la pérdida de miles de vidas humanas, la desaparición de casi una
ciudad entera debido al terremoto y tsunami y la central nuclear de Fukushima
ocasionando explosiones en el núcleo con terribles consecuencias. Privando de
energía a más de seis millones de personas y el peligro inminente, además, de
graves efectos en salud
de la población por la contaminación radiactiva. Los
esfuerzos de la empresa TEPCO por mantener su imagen de eficiencia y control de
la situación para mantener el negocio de vender y exportar energía nuclear a
los países “menos desarrollados”, se fueron derrumbando a través de la tragedia
del pueblo japonés sometido a una agobiante desinformación y mensajes de salud
pública contradictorios. La peor radiografía estuvo en la dramática situación
de sus trabajadores inmolados en la absurda tarea de “controlar” el desborde
ofrendando sus vidas. Ha confirmado las innumerables alertas que activistas
japoneses y de todo el mundo expresaron con angustia en su lucha contra las
centrales y la energía nuclear hace más de treinta años, denunciando a las
grandes corporaciones y los
países desarrollados, que promueven la energía
nuclear como energía alternativa limpia y sostenible y que han impulsado
modelos de exportación y de dependencia de estas fuentes de energía. Greenpeace
advierte que la liberación de cesio-137 en Fukushima podría afectar la cadena
alimenticia durante trescientos años. Cada vez queda más claro que éstas son
falsas soluciones que sólo aumentan el peligro para la humanidad en un planeta
que vive un contexto de cambios globales donde la vulnerabilidad se ha
centuplicado. Ha puesto en la mesa del debate nuevamente –y con mucho dolor- el
tema de la energía en un sentido más amplio y todo aquello que debe hacerse
y no
hacerse para asegurar, no solamente el acceso a la energía, sino también la
demanda de energía. Es decir, fundamentalmente cambiar los modelos hacia
matrices más sostenibles y menos dañinos con la naturaleza y para la humanidad.
Esto incluso puede remitir a aquellos postulados que aún muy tímidamente y en
un plano más ideológico y retórico se va propugnando desde el Sur como es el
“vivir bien” y cuidar a la “Madre Tierra”, que sugiere que los sistemas de
producción y consumo deberían regirse por un principio de equilibrio con la
naturaleza, reciprocidad y redistribución de los bienes entre los seres humanos
de manera democrática sostenible y modesta.
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