"IMPLEMENTAR UN MODELO QUE TRANSFORME,
QUE INTEGRE, QUE GENERE EMPLEO DIGNO
QUE NO HAGAN FALTAPOLÍTICAS FOCALIZADAS."
ENTREVISTA
A
RAÚL ZIBECHI, (*)
Fuente:
L’Ombelico
del Mondo,
FM 106.3, Argentina
4 de Noviembre 2014
(*) RAÚL ZIBECHI- (Uruguay 1952) Periodista, docente,
investigador y escritor Analista
internacional en Red Voltaire. Logró en 2003 Premio José Martí por sus crónicas
sobre Argentina. En diversos medios del continente y del exterior, incursiona
en una visión panorámica sobre las luchas sociales en nuestra América. Escribe
la sección internacional de “Brecha” (Uruguay). Profesor en “Multiversidad
Franciscana” de América Latina
L’OMBELICO DEL MONDO: Usted
estaba en Montevideo el 26 de octubre cuando se realizaron las elecciones
presidenciales en Uruguay; ¿cómo vivió la jornada en la que Tabaré Vázquez se
impuso, aunque sin los votos suficientes para ganar en primera vuelta, sobre su
principal adversario Luis Lacalle Pou?
RAÚL
ZIBECHI: El resultado fue más o menos el esperado solo que el Frente Amplio
obtuvo, además de ser la fuerza mayoritaria es la mayoría absoluta en el
Parlamento, cosa que no era esperada. Se puede leer este resultado como una
gran estabilidad en el voto del Frente Amplio donde saca, voto más, voto menos,
lo mismo que hace cinco años. Pero tiene una pérdida de unos tres puntos por
izquierda que los gana por derecha. O sea, le quita un 3% a los partidos
tradicionales, sobre todo en el interior del país donde gana incluso en feudos
tradicionales del Partido Colorado y el Partido Nacional, donde nunca había
ganado. Y a su vez tiene, sobre todo en Montevideo, una pérdida de votos que
van en tres direcciones: hacia el voto blanco y nulo; hacia el Partido
Ecologista; y hacia la Unión Popular que consiguió una banca produciendo por
primera vez que haya en el Parlamento una fuerza a la izquierda del Frente
Amplio. En Brasil el voto de la primera vuelta fue muy
conservador. El
Parlamento que emerge de la primera vuelta en Brasil está bastante más a la
derecha del que había. Tienen mayoría absoluta los diputados que defienden al
agronegocio. La llamada “bancada de la bala”, compuesta por policías y
militares, que defienden que la gente se arme contra la delincuencia, creció
bastante. La bancada antiaborto, quienes defienden las posiciones más
conservadoras, son hoy hegemónicas. El PT tenía 88 diputados y pasó a 70. Pienso
que el ciclo progresista en Sudamérica ha terminado. Entiendo por ciclo progresista
el que comenzó con el Caracazo de 1989 como primer levantamiento popular
opuesto al ajuste neoliberal y que después se convirtió en gobierno. O sea, el
progresismo como fuerzas
transformadoras que promueven cambios progresivos creo
que está llegando a su fin. Seguirá siendo gobierno durante un tiempo pero
vemos que en general están a la defensiva. Es decir que lo que más están
haciendo es mantener. Ya dejaron de promover cambios positivos. Por otro lado
los cambios positivos de estos gobiernos fueron políticas focalizadas para
atender la pobreza, pero eso fue en un primer momento. Diez años de esa
política no produce transformaciones, simplemente hace que la pobreza sea más
baja. Hace falta implementar un modelo que transforme, que integre, que genere
empleo digno y que ya no hagan falta esas políticas focalizadas. Si seguimos
exportando soja a China, si seguimos con la minería, con el petróleo, con los
monocultivos, el ciclo de transformaciones se agota por sí solo. Y no hay ni
claridad política, ni deseo, ni voluntad de ir más allá. Porque para hacerlo
hay que tocar intereses muy pesados que son precisamente los que están apoyando
a estos gobiernos.
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