sábado, 8 de noviembre de 2014

LAS SIMULACIONES IDEOLÓGICAS DEL PAPA FRANCISCO

EN UN MUNDO CON EL CENTRO DE LA POLÍTICA 
 A LA DERECHA, CUALQUIERA QUE NOMBRE 
POBREZA E INJUSTICIA YA ES MARXISTA

Escribe 
MACIEK WISNIEWSKI(*)
Columnista en “La Jornada” 
de Mexico – 7 de Noviembre 2014.

(*) MACIEK WISNIEWSKI –  Periodista polaco muy respetado en el exterior. Se le considera pionero en la modalidad de colaborador On Line. Su trabajo esta centrado en temas sociales. Columnista en “La Jornada” de México y de “Le Monde diplomatique” (ed. polaca), entre varios otros importantes medios. Ha dicho  que…” Para los (neo) liberales el remedio a la crisis es más de lo mismo: menos estado, más recortes y menos beneficios sociales…”


Apuesto que ni los spin-doctors del Vaticano se imaginaban que su re-branding iba a ser tan exitoso. Que en poco tiempo convertirían a Jorge Mario Bergoglio, conservador cercano a los sectores más reaccionarios de la Iglesia argentina durante la dictadura, que ponía palos en la rueda del progresismo kirchnerista, en un líder mundial de izquierda. Pero iban viento en popa. Cualquier conservador
sensible –como Bergoglio–, en comparación con los ultraconservadores-trogloditas que dominan en la Iglesia post wojtyliana, parece un progresista. En un mundo donde la crítica escasea, cualquiera que critique al capitalismo tiene posibilidades de parecer mesías de izquierda. El truco de la operación Francisco es que en mucha parte el trabajo se hacía solito. Eso no quiere decir que Bergoglio no pusiera su parte: desplegó y manejó (casi) a la perfección todo el arsenal de gestos y mensajes –adrede– ambiguos; coqueteó y sedujo a círculos progresistas dentro y fuera de la Iglesia. Pero, si uno ponía atención, en cada destello de sus simulaciones ideológicas se veían, como una sombra, su pasado y presente conservador, e igualmente conservadores principios rectores de su papado: a) disciplina, b) hegemonía, c) cooptación y d)

neutralización. Francisco rechaza las acusaciones de la derecha estadunidense de ser un marxista tras su crítica light al capitalismo en Evangelli Gaudium (los mismos círculos que dicen que el debate sobre las desigualdades es comunista, mientras es... procapitalista): La ideología marxista está equivocada, pero conocí a muchos marxistas buenas personas y no me ofendo (Página/12, 16/12/13). ¿Y ayer? Estuvo cerca de los jerarcas que temían que si fracasaba la dictadura venía el marxismo (sic). Castigaba a los curas villeros que lo ponían en práctica. A los padres Yorio y Jalics los tachó de izquierdistas, entregándolos a los militares (digan lo que digan hoy los embellecedores de su biografía). Seguro no se ofendieron, pero casi perdieron la vida. Horacio Verbitsky: Hoy estos son asuntos teóricos opinables, como el debate sobre marxismo o la teología de la liberación que Bergoglio ha reavivado. Pero en aquellos años era cuestión de vida o muerte . El tema de la rehabilitación de la teología de la liberación por Francisco merece análisis aparte; aquí, sólo dos
puntos. Si hay una piedra de toque del éxito de sus simulaciones es la existencia de quienes hoy creen que él siempre estuvo influenciado por ella, sólo se escondía; por otro lado, si por influencia se entiende que se le oponía ferozmente, pues sí, estuvo muy influenciado. Sigue actual el análisis histórico de Michael Löwy que lo localizaba en los antípodas de esta corriente (Le Monde, 30/3/13); los últimos meses lo confirmaron: contrariamente a la teología de la liberación, él opta no por el empoderamiento de los pobres, sino su tutelaje; ignora sus predicamentos más radicales, coopta su potencial y neutraliza lo más subversivo. 

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