OBAMA OBLIGADO A LA CARRERA ARMAMENTISTA,
A PESAR DE QUE
HABÍA PROMETIDO
UN MUNDO SIN ARMAS ATÓMICAS.
Escribe
THIERRY MEYSSAN (*)
Fuente
RED VOLTAIRE - DAMASCO (SIRIA)-
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ČEŠTINA
– 3 de Noviembre 2014.
(*)
THIERRY MEYSSAN (1957 Gironda, Francia) es un periodista y activista político
francés, autor de investigaciones sobre la extrema derecha así como sobre la
Iglesia Católica, entre otras. Escritor y analista internacional., Presidente
fundador de la Red Voltaire y de la conferencia Axis for Peace. Sus análisis
sobre política exterior se publican en la prensa árabe, latinoamericana y rusa.
Es analista y consultante de varios gobiernos
(NOTA
del BLOG: Nota escrita un dia antes de la votación y conserva plena vigencia) Desde
mayo de 2014, la Casa Blanca ha venido posponiendo la publicación de su
estrategia de seguridad nacional. En realidad, el presidente Obama se da cuenta
de que su equipo –aunque logra lidiar con los acontecimientos mejor que el
anterior– es incapaz de presentar un análisis
coherente de la situación mundial
y de definir su doctrina. En todo caso, la previsible pérdida de la mayoría
demócrata en ambas cámaras del Congreso debería obligarlo a buscar nuevos
colaboradores. Los electores estadounidenses votarán el 4 de noviembre una
renovación en la composición del Congreso. Es evidente que el Partido Demócrata
saldrá derrotado. Se prevé que los republicanos lograrán incrementar su mayoría
en la Cámara de Representantes y obtener en el Senado la mayoría que ahora
ostentan los demócratas, lo cual reducirá el margen de maniobra del presidente
Barack Obama. Ese cambio no ayudará a esclarecer el comportamiento de
Washington en materia de relaciones internacionales. Las relaciones de la
administración Obama con su socio israelí están atravesando una grave crisis de
confianza en momentos en que
con el jefe de su equipo McDonough |
Washington se prepara para la conclusión de un
acuerdo con la República Islámica de Irán. Existe además una grave división en
el seno de la administración Obama sobre los principales temas del momento: la
crisis con la Federación Rusa resultante de la cuestión ucraniana, la guerra
contra el Emirato Islámico (o Daesh) y la manera de abordar la posible epidemia
de ébola en el mundo occidental. Durante la formación de su segunda
administración, Barack Obama excluyó a todos aquellos que –aunque defendían
públicamente su política– en realidad la saboteaban con sus actos. Y sustituyó
a aquellos rivales por individuos fieles, que obedecieron sus orientaciones
dando muestras de lealtad pero que al
parecer carecen de imaginación y
creatividad. En todo caso, el resultado es que hasta este momento, y
contrariamente a sus obligaciones, la Casa Blanca todavía no ha redactado y
dado a conocer su doctrina de seguridad nacional, doctrina que debería haber
presentado al Congreso en el pasado mes de mayo. A la hora de tomar sus
decisiones, el presidente parece apoyarse en un equipo cada vez más
restringido: su consejera en materia de seguridad nacional Susan Rice y el jefe
de su equipo de trabajo cuando se trata de cuestiones diplomáticas y el jefe
del Estado Mayor Conjunto, general Martin Dempsey, en lo tocante a los temas
militares. Aunque mantiene una relación de confianza con sus secretarios de
Estado y de Defensa, John Kerry y Chuck Hagel, el presidente Obama parece
verlos sólo como simples ejecutores.
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