SEUDOINVESTIGACIÓN CON CERO RESULTADOS.
¡EN QUÉ CABEZA CABE REFERIR DERECHOS DEL
CONSUMIDOR
CUANDO HAY 43 ESTUDIANTES DESAPARECIDOS!
Escribe
ALEJANDRO NADAL (*)
columnista habitual en
“La Jornada” de Mexico
3 de Diciembre 2014
(*)
ALEJANDRO NADAL - Doctor en Economía por la
Universidad de París y Profesor de Teoría Económica del Colegio de México. Miembro del Consejo Editor de Sin Permiso y
columnista permanente en “La Jornada” de México. Conferencista y Periodista que
publica en importantes medios de Europa y América. Trabaja en un libro sobre
macroeconomía. Sustenta que esta no es crisis económica, sino que es
estructural del sistema.
La declinación del imperio romano comienza al morir Marco
Aurelio y estuvo marcada por lo que historiadores llaman el despotismo militar.
Pero la fuerza armada y la represión no pudieron detener el deterioro
institucional, político y moral. La caída de Roma era inevitable. Habiendo
desaparecido la justicia de la lista de prioridades del cuerpo político, el proceso
culminaría con la disolución, por más que una casta privilegiada pretendiera
apoyarse en la violencia para
dominar y sojuzgar. En México el desgaste del
gobierno acelera el proceso de disolución del Estado. Los signos están por
doquier y, sobre todo, en el discurso del poder público. Cuando hablan
funcionarios públicos se ve la
incapacidad para descifrar señales que envía la sociedad civil. El mejor ejemplo es
el presidente Peña Nieto y sus 10 medidas para mejorar la seguridad, la
justicia y el estado de derecho. Eso es revelador de su falta de contacto con
el mundo real. Envió una iniciativa de reforma constitucional al Congreso para
aprobar una ley contra la infiltración del crimen organizado en las autoridades
municipales. Por supuesto, esa reforma quita todo sentido al artículo 115
constitucional y destruye el régimen del municipio libre, uno de los
pilares de
la vida civil y política en México. Y descansa en un diagnóstico equivocado
pues adjudica los abusos de autoridad y violación de los derechos humanos
exclusivamente a las fuerzas de policía municipal. El corolario es claro: las
fuerzas federales sí acatan la ley, están por arriba de la corrupción y se
comportan dentro del estado de derecho. Los abusos que han cometido policías
federales y el propio Ejército no cuentan. Es decir, el gobierno confiesa que
hasta el día de hoy ha sido incapaz de organizarse para que cada órgano de
gobierno pueda asumir la responsabilidad que le corresponde. La pregunta es
obvia: ¿pues que ha estado haciendo la clase política mexicana todos estos
años? Además el señor Peña Nieto habló de una estrategia para
reducir pobreza, marginación y desigualdad en
Chiapas, Guerrero y Oaxaca. Entre
los principales elementos de esa estrategia se encuentra la creación de Zonas Económicas
Especiales, terminología que reenvía a los esquemas adoptados en China e India
para crear enclaves que permiten a grandes corporaciones intensificar la
explotación de mano de obra. Vaya manera de abordar el problema de la
marginación y la pobreza. Entre esas zonas económicas se encuentra un corredor
industrial interoceánico en el Istmo de Tehuantepec, pero nadie le dijo a Peña
Nieto que ésa es una vieja estrofa del canto de las sirenas de hace varios
sexenios. Y por supuesto, nadie le
alertó que con el déficit fiscal que marca
las finanzas públicas no hay ni cuatro pesos para asignarle a su gran
estrategia de desarrollo integral regional. La falta de contacto del gobierno
con el mundo real es evidente en todas las medidas anunciadas. Los ejemplos empleados
son los del proyecto neoliberal. La justicia del casero es el mejor ejemplo de
la mentalidad de estado censitario que impera en el gobierno: La justicia de
todos los días se ejemplifica con el consumidor que no recibe la mercancía por
la que ha pagado, poco importa que su vecino sea torturado o su hijo
secuestrado y desaparecido.
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