jueves, 4 de diciembre de 2014

AYOTZINAPA Y LA RESPUESTA DE PEÑA NIETO

SEUDOINVESTIGACIÓN CON CERO RESULTADOS. 
¡EN QUÉ CABEZA CABE REFERIR DERECHOS DEL CONSUMIDOR 
CUANDO HAY 43 ESTUDIANTES DESAPARECIDOS!

Escribe 
ALEJANDRO NADAL (*)
  columnista habitual en 
“La Jornada” de Mexico 
 3 de Diciembre 2014

(*) ALEJANDRO NADAL - Doctor en Economía por la Universidad de París y Profesor de Teoría Económica del Colegio de México.  Miembro del Consejo Editor de Sin Permiso y columnista permanente en “La Jornada” de México. Conferencista y Periodista que publica en importantes medios de Europa y América. Trabaja en un libro sobre macroeconomía. Sustenta que esta no es crisis económica, sino que es estructural del sistema.

La declinación del imperio romano comienza al morir Marco Aurelio y estuvo marcada por lo que historiadores llaman el despotismo militar. Pero la fuerza armada y la represión no pudieron detener el deterioro institucional, político y moral. La caída de Roma era inevitable. Habiendo desaparecido la justicia de la lista de prioridades del cuerpo político, el proceso culminaría con la disolución, por más que una casta privilegiada pretendiera apoyarse en la violencia para
dominar y sojuzgar. En México el desgaste del gobierno acelera el proceso de disolución del Estado. Los signos están por doquier y, sobre todo, en el discurso del poder público. Cuando hablan funcionarios públicos se ve la  incapacidad para descifrar señales que  envía la sociedad civil. El mejor ejemplo es el presidente Peña Nieto y sus 10 medidas para mejorar la seguridad, la justicia y el estado de derecho. Eso es revelador de su falta de contacto con el mundo real. Envió una iniciativa de reforma constitucional al Congreso para aprobar una ley contra la infiltración del crimen organizado en las autoridades municipales. Por supuesto, esa reforma quita todo sentido al artículo 115 constitucional y destruye el régimen del municipio libre, uno de los

pilares de la vida civil y política en México. Y descansa en un diagnóstico equivocado pues adjudica los abusos de autoridad y violación de los derechos humanos exclusivamente a las fuerzas de policía municipal. El corolario es claro: las fuerzas federales sí acatan la ley, están por arriba de la corrupción y se comportan dentro del estado de derecho. Los abusos que han cometido policías federales y el propio Ejército no cuentan. Es decir, el gobierno confiesa que hasta el día de hoy ha sido incapaz de organizarse para que cada órgano de gobierno pueda asumir la responsabilidad que le corresponde. La pregunta es obvia: ¿pues que ha estado haciendo la clase política mexicana todos estos años? Además el señor Peña Nieto habló de una estrategia para reducir pobreza, marginación y desigualdad en
Chiapas, Guerrero y Oaxaca. Entre los principales elementos de esa estrategia se encuentra la creación de Zonas Económicas Especiales, terminología que reenvía a los esquemas adoptados en China e India para crear enclaves que permiten a grandes corporaciones intensificar la explotación de mano de obra. Vaya manera de abordar el problema de la marginación y la pobreza. Entre esas zonas económicas se encuentra un corredor industrial interoceánico en el Istmo de Tehuantepec, pero nadie le dijo a Peña Nieto que ésa es una vieja estrofa del canto de las sirenas de hace varios sexenios. Y por supuesto, nadie le
alertó que con el déficit fiscal que marca las finanzas públicas no hay ni cuatro pesos para asignarle a su gran estrategia de desarrollo integral regional. La falta de contacto del gobierno con el mundo real es evidente en todas las medidas anunciadas. Los ejemplos empleados son los del proyecto neoliberal. La justicia del casero es el mejor ejemplo de la mentalidad de estado censitario que impera en el gobierno: La justicia de todos los días se ejemplifica con el consumidor que no recibe la mercancía por la que ha pagado, poco importa que su vecino sea torturado o su hijo secuestrado y desaparecido.    

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