UN CONTINENTE DONDE
OTROS PAÍSES COMO VENEZUELA,
ARGENTINA,
CHILE, BOLIVIA, ECUADOR, URUGUAY-
BUSCAN SOLUCIONES CON LA MISMA
ORIENTACIÓN
Escribe
BOAVENTURA DE SOUSA SANTOS (*)
Fuente: BLOG del
autor en “Público.es”
España - http://blogs.publico.es/
15 Noviembre 2014
(*) BOAVENTURA DE
SOUSA SANTOS. (Coímbra, Portugal, 1940)
Poeta y ensayista portugués.
Doctor en Sociología del derecho por la Universidad de Yale, científico
social y uno de los referentes de la
sociología jurídica contemporánea. Profesor catedrático de la Facultad de
Economía de la Universidad de Coimbra (Portugal). se ha dedicado a una intensa
militancia intelectual Sus ultimos libros son ”Si Dios fuese un activista de
los derechos humanos” (Madrid, Trotta 2014) y, de próxima aparición y
co-escrito con Maria Paula Meneses “Epistemologías del Sur “(Madrid, Akal).
Las elecciones de Brasil suscitaron una gran atención en los
medios de comunicación a nivel mundial. En gran medida, estos hicieron una
cobertura hostil de la candidata Dilma Rousseff. El paroxismo del odio contrario al PT llevó
a
una revista de amplia circulación, Veja, a encaminarse por una vía
probablemente ilegal. El New York Times en ninguna ocasión se refirió a la candidata del PT sin el epíteto de
“exguerrillera”. Con la misma inconsistencia de siempre, no se le ocurriría a
este periódico, o a tantos otros que siguen su línea, referirse a la “excomunista”
Ángela Merkel o al “exmaoísta” Durão Barroso, o incluso al “comunista” Xi
Jinping, presidente de China. Los intereses que sustentan a esta prensa
corporativa esperaban y querían que la candidata del PT fuese derrotada. El
terrorismo económico de las agencias de rating, de The Economist, del Financial
Times y de la bolsa de valores buscó condicionar a los electores brasileños y
asumió una virulencia sorprendente, tomando en cuenta la moderación del
nacionalismo desarrollista brasileño y el hecho evidente de que son sobre todo
factores mundiales (léase, China) los que
afectan el ritmo de crecimiento de
países como Brasil. Hay razones externas e internas que solo parcialmente se
sobreponen. De ahí la necesidad de analizarlas por separado. Brasil es hoy el
ejemplo internacionalmente más importante
y consolidado de la posibilidad de regular el capitalismo para garantizar un
mínimo de justicia social e impedir que la democracia sea totalmente capturada
por los dueños del capital, como sucede hoy en Estados Unidos y está ocurriendo
un
poco en todas partes. Y Brasil no está solo. Solo es el país más importante
de un continente donde muchos otros países (Venezuela, Argentina, Chile,
Bolivia, Ecuador, Uruguay) buscan soluciones con la misma orientación política
general, aunque diverjan en la dosis de nacionalismo o de populismo (tal y como
Ernesto Laclau, no condeno en bloque ni a uno ni a otro). Además, estos países
han procurado construir formas de solidaridad regional que no pasan por la
bendición norteamericana, al contrario de lo que sucedía antes. ¿Cuál es el
significado global de esta rebeldía? Ella configura una nueva Guerra Fría. Una
Guerra Fría ya no entre el capitalismo y el socialismo, sino entre el
capitalismo neoliberal global, sin vestigio nacionalista o popular, y el
capitalismo con alguna dimensión
nacional y popular, o capitalismo
socialdemócrata o socialdemocracia capitalista. Este último capitalismo puede
asumir muchas formas y puede llegar a estar presente tanto en Rusia como en
China, en India o en África del Sur, o sea, en los llamados BRICS. El fin de la
Guerra Fría histórica no fue solo el fin del socialismo en su versión
histórica; fue también el fin de la socialdemocracia europea, la única entonces
existente, pues a partir de ese momento el capitalismo se sintió liberado de su
obligación de sacrificar sus lucros inmediatos para garantizar la paz social
siempre amenazada por la existencia de una
alternativa potencialmente más justa. Fue así que el fin de la Guerra
Fría desarmó a la socialdemocracia europea. Pero, contradictoriamente, hizo
posible la emergencia de la socialdemocracia latinoamericana. No olvidemos que
América Latina fue una de las grandes víctimas de la Guerra Fría histórica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario