viernes, 5 de diciembre de 2014

LA MADRE DE TODAS LAS VIOLENCIAS

ESTA REALIDAD SE UBICA EN BUENOS AIRES, ARGENTINA. 
NOS MUESTRA ALGO QUE ES COMÚN A TODO EL CONTINENTE Y MAS ALLA. 
LA MISERIA EXTREMA Y LA RIQUEZA NO RECONOCEN FRONTERAS.

Escribe
SILVANA MELO (APE) (*) 
Fuente “ARGENPRESS.Info - 
4 de diciembre 2014

(*) SILVANA MELO nació en Olavarría el 30 de agosto de 1961. Es periodista gráfica y radial, escritora y militante social. Tiene a su cargo la Agencia de Noticias “Pelota de Trapo” (APE). agenciapelota@pelotadetrapo.org.ar   . que tiene su campo de acción en areas carenciadas y marginadas recibiendo el Primer Premio Infancia en la categoría Medio de Comunicación, instituido por la Comunidad de Madrid, España.


Entre 1%  que detenta 16,5% del ingreso nacional y  diez millones de pobres diseminados en puntos clave del país, es un quiste sistémico que se ha plegado y replegado en la historia como las mareas. Que tiene el gesto atávico de los pibes del norte. O la cara sucia de los que esperan los camiones de madrugada en el Ceamse. La desigualdad es la hija de la caída
del Muro, del fin de la historia, del síncope de las ideologías, del fundamentalismo del mercado, de la retirada del Estado, de la muerte de las alternativas, de los sueños rotos y esparcidos en el camino, como vidrios que rajan los pies de los que todavía se atreven. Es la madre de la cesantía, del éxodo hacia las afueras del mundo. De las enfermedades que resucitan como lázaros famélicos y se devoran los huesos de los pobres en la sobremesa somnolienta de los ricos. La desigualdad es la madre de todas las violencias. El 50 y 50 ya es una antigua utopía de algún peronismo, decapitada por el resto de los peronismos subsiguientes. Las cien familias más ricas se quedan con 85 mil millones de dólares. Evaden los impuestos y transfieren sus capitales al exterior

. La lista es obesa y con nombres de marquesina. El resto de los mortales argentinos, no pueden evadir el IVA que pagan en la adquisición diaria del alimento, encarecido mes por mes, fabricante de pobreza profunda. El precio de los commodities cimentó  la Argentina productora de alimentos para 400 millones. Su prosperidad se basó en alimentar a los cerdos chinos con soja transgénica. Más de seis millones de niños mueren anualmente por causas evitables. Son asesinados  por un plan sistémico que echa cólera, ébola, hambre, mares e incendios sobre la sobra, el descarte del mundo. A los niños se los lleva la desnutrición, el agua mala. El hambre arrasa a 842 millones de personas. La producción de alimentos del mundo puede abastecer al doble de los hambrientos. 700 millones de personas no tienen acceso al agua potable.  Sólo en La Alumbrera, Catamarca,


la extracción del oro por lixiviación con cianuro necesita de 300 millones de litros de agua potable por día. La cantidad de millonarios en dólares pasó de 10 millones en 2009 a 13,7 millones en 2013. Las 85 personas más ricas del mundo tienen el mismo patrimonio que la mitad más pobre de la humanidad. Cualquiera de ellas necesitaría tres vidas de 80 años para gastar, a razón de un millón de dólares por día, la totalidad de sus riquezas. Puerto Madero, San Isidro, Vicente López y el proyecto Costa del Plata (Avellaneda – Quilmes) delinean una franja costera del río con un nivel de vida nórdico. En cambio la otra costa, la del Riachuelo al sur, que apila villas y asentamientos envenenados, arrastra un nivel de vida subsahariano. La


desigualdad divide la tierra a hachazos. Desde la villa 31 (ver foto) se ve el Sheraton y el edificio cilíndrico que lleva la marca (Claro) de Carlos Slim, el hombre más rico del mundo. Paradigmas. El informe de Oxfam documenta una obviedad: la desigualdad extrema aniquila la movilidad social. Quien nace pobre morirá pobre. Y sus hijos y sus nietos heredarán su pobreza. Como los hijos y los nietos de las mil familias privilegiadas heredarán por los siglos la marca del privilegio sin el menor esfuerzo.    

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