LA MULTIPLICACIÓN DE NUEVAS PANTALLAS,
AHORA NÓMADAS
(ORDENADORES, TABLETS, SMARTPHONES),
HA CAMBIADO TOTALMENTE LAS REGLAS DEL
JUEGO
Escribe
IGNACIO RAMONET (*)
Fuente
Le Monde Diplomatique
Publica “Rebelión”
Miercoles 28 de enero 2015
(*) IGNACIO
RAMONET (1943 España) Entre 1990 y 2008 fue director de Le Monde Diplomatique. Es
doctor en Semiología e Historia de la Cultura por la École des Hautes Études en
Sciences Sociales (EHESS) de París y catedrático de Teoría de la Comunicación
en la
Universidad Denis-Diderot (Paris-VII). Especialista en
geopolítica y estrategia internacional y consultor de la ONU, actualmente
imparte clases en la Sorbona de París.
La televisión sigue cambiando rápidamente. Esencialmente por
las nuevas prácticas de acceso a los contenidos audiovisuales que observamos
sobre todo entre las jóvenes generaciones. Todos los estudios realizados sobre
las nuevas prácticas de uso de la televisión en Estados Unidos y en Europa
indican un
cambio acelerado. Los jóvenes televidentes pasan del consumo
“lineal” de TV hacia un consumo en “diferido” y “a la carta” en una “segunda
pantalla” (ordenador, tablet, smartphone). De receptores pasivos, los
ciudadanos están pasando a ser, mediante el uso masivo de las redes sociales,
“productores-difusores”, o productores-consumidores (prosumers). En los
primeros años de la televisión, el comportamiento tradicional del telespectador
era mirar los programas directamente en la pantalla de su televisor de salón,
manteniéndose a menudo fiel a una misma (y casi única) cadena. Con el tiempo
todo eso cambió. Y llegó la era digital. En la televisión analógica ya no
cabían más cadenas y no existía posibilidad física para añadir nuevos canales,
porque un
bloque de frecuencia de seis megahercios equivale a una sola señal,
un solo canal. Pero con la digitalización, el espectro radioeléctrico se
fracciona y se optimiza. Por cada frecuencia de 6 MHz, en vez de una sola
cadena, se pueden ahora transmitir hasta seis u ocho señales, y se multiplica
de ese modo la cantidad de canales. Donde antes, en una zona había siete, ocho
o diez canales, ahora hay cincuenta, sesenta, setenta o centenares de canales
digitales. La televisión está dejando de ser progresivamente una herramienta de
masas para convertirse en un medio de comunicación consumido individualmente, a
través de diversas plataformas, de forma diferida y personalizada.Esta forma
diferida se alimenta en particular en los sitios de replay de los propios
canales de televisión, que permiten, vía Internet, un acceso no lineal a los
programas (…………..) Pero también hay que considerar que el hecho de que Internet
esté tomando el poder en las comunicaciones de masas
significa que las grandes
empresas de la Galaxia Internet –o sea, Google,Facebook, YouTube, Twitter,
Yahoo!, Apple, Amazon, etc.– todas ellas estadounidenses (lo cual en sí mismo
ya constituye un problema...) están dominando la información planetaria.
Marshall McLuhan decía que “el medio es el mensaje”, y la cuestión que se plantea
ahora es: ¿cuál es el medio? Cuando veo un programa de televisión en la web,
¿cuál es el medio? ¿la televisión o Internet? Y en función de eso, ¿cuál es el
mensaje?. Sobre todo, como reveló Edward Snowden y como afirma Julian Assange
en su nuevo libro Cuando Google encontró a WikiLeaks , todas esas mega-empresas
acumulan información sobre cada uno de nosotros cada vez que utilizamos la Red.
Información que comercializan vendiéndola a otras empresas. O también
cediéndola a las agencias de inteligencia de Estados Unidos, en particular a la
Agencia Nacional de Seguridad, la temible NSA. No nos olvidemos de que una
sociedad conectada es una sociedad espiada, y una sociedad espiada es una
sociedad controlada.
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