domingo, 11 de enero de 2015

GRECIA Y EL MIEDO

DESDE 2008, CUATRO BANCOS EN GRECIA 
RECIBIERON 211 MIL MILLONES  DEL 
DINERO QUE LE PRESTA A ESE PAIS EL FMI

Escribe 
SANDRA RUSSO (*) 
Columnista habitual de “Pagina 12” 
de Buenos Aires, Argentina 
Sábado 10 de enero 2015

(*) SANDRA RUSSO (Argentina) Periodista en la prensa escrita, radial y TV. Columnista en “Pagina 12” en temas económicos y políticos, entre otros medios. Escritora. En su libros figura una biografía a la presidente  “La presidenta, historia de una vida ”. (Ed Sudamericana) originada en cuatro entrevistas con la Presidente (las únicas que concedió desde su llegada al Gobierno). El libro lideró ranking de ventas varios meses.


Estaba leyendo varios artículos europeos sobre las inminentes elecciones en Grecia, cuando pasó el atentado terrorista contra la redacción de Charlie Hebdo. Quedé estupefacta, como millones de personas, y luego estremecida por los detalles. El 25 de enero en Grecia habrá elecciones anticipadas. Los indicadores
 dejan poco margen para que a los griegos les vaya peor que obedeciendo a rajatabla al Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el FMI. El desempleo juvenil asciende al 50 por ciento. Los salarios reales han perdido entre el 30 y el 40 por ciento de su poder adquisitivo bajo el peso de los ajustes. Tres de cada cinco griegos se encuentran bajo la línea de pobreza. El sistema educativo y el sanitario han sido desmantelados después de las privatizaciones. Desde 2008, los cuatro principales bancos que operan en Grecia han succionado 211 mil millones de euros de dinero público –el que Grecia le pide prestado al FMI– en garantías y efectivo. Y sin embargo, durante 2014, en un gesto de la hipocresía  el Banco Central Europeo no sólo evaluó positivamente a esas entidades bancarias, sino que habló de “la recuperación griega”. Los sondeos  dan  ganador a Syriza, el partido de Alexis Tsipras. Con otros países europeos, hace peligrar el statu quo

que hoy hace de Alemania el capataz de la UE. Lo que se veía hasta era muy claro: un chantaje descarado de funcionarios de la troika, con la señora Merkel a la cabeza, asegurando lo que Alexis Tsipras viene negando: si resulta ganador en las elecciones griegas, no abandonará el euro. Más bien, todo lo contrario:  Syriza no sólo no tiene la pretensión de abandonar el euro, sino que tiene otra: que sea el Banco Europeo el que absorba la quita de su deuda, que se propone renegociar, para que pueda ser pagada con su propio crecimiento. Algo así como el “los muertos no pagan” de Néstor Kirchner. Algo así como la necesidad de un nuevo New Deal para corregir el desastre de las recetas neoliberales. Esto no lo sostienen

solamente Syriza y Podemos. Hay un sector del funcionariado europeo que empieza a escuchar a varios premios Nobel, al Papa, a académicos y a organizaciones políticas emergentes que creen que es mejor detener ya la sangría, porque si continúa la teología de la austeridad, cada vez habrá menos torta que repartir. La inoculación del miedo al electorado griego no sólo estuvo a cargo del funcionariado alemán y francés, sino que fue acríticamente esparcido por medios de comunicación “serios” como Der Spiegel, que se hizo eco de “la inminente salida de Grecia de la zona euro si Syriza gana
las elecciones”. Como contrapartida, los esfuerzos de comunicación del partido griego –que ya tiene una década de existencia, pero cuyo posicionamiento se fue fortaleciendo a medida que los ciudadanos advertían que todo lo demás era mentira– eran insuficientes. No había siquiera una pantalla partida entre Merkel diciendo “se irán del euro” y Tsipras diciendo “no nos iremos nada”. Este es el eterno reproche a los medios de comunicación, el que los periodistas de a pie no deberían tomar como un reproche a sus personas.    

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