LO QUE
NUNCA LES DIJERON
SOBRE GRECIA
Origen del documento:
EVENTO DEL PARTIDO DE
COALICIÓN
DE LA IZQUIERDA RADICAL "SYRIZA"
Publica: http://www.noticiaspia.org/
Vocero:
ALEXIS TSIPRAS (*)
Carta publicada el 13 de enero en “Handelsblatt”,
un importante medio de prensa de finanzas alemán.
(*) ALEXIS TSIPRAS (julio de
1974) Primer Ministro del país heleno tras ganar las elecciones del 25
de enero de 2015, líder de la Coalición de la Izquierda (SYRIZA) Egresado de la
Universidad Politécnica Nacional de Atenas.
"La
mayoría de ustedes, queridos lectores del Handesblatt, tendrán una idea
preconcebida sobre aquello de lo que tratará este artículo antes siquiera de
haberlo leído. Les ruego que no sucumban a semejantes preconcepciones. El
prejuicio no ha sido nunca una buena guía, especialmente durante periodos en
los que una crisis económica refuerza estereotipos y genera ignorancia,
nacionalismo e incluso violencia.
En 2010 el estado griego dejó de ser capaz de
pagar sus deudas. Desafortunadamente, los responsables europeos decidieron
fingir que el problema podría ser superado mediante el mayor préstamo de la
historia bajo la condición de una austeridad fiscal que, con precisión
matemática, hundiría los ingresos nacionales que permitían el pago tanto de la
anterior como de la nueva deuda. Así, un problema de insolvencia se resolvió
como si fuese un caso de falta de liquidez.
En otras palabras, Europa adoptó
las tácticas de los peores banqueros, quienes se niegan a reconocer préstamos
equivocados y prefieren conceder otros nuevos a la entidad insolvente, de manera
que puedan fingir que el préstamo original está
funcionando, cuando realmente
lo que se logra es extender la bancarrota en el futuro. No se necesitaba más
que sentido común para ver que la aplicación de la táctica de “prolongar y
fingir” llevaría a mi país a un estado trágico.
Así, en lugar de la
estabilización de Grecia, Europa estaba creando las circunstancias para una
crisis retroalimentada que socava los cimientos de Europa misma. Mi partido, y
yo personalmente, nos opusimos frontalmente al préstamo de mayo de 2010 no
porque ustedes, ciudadanos de Alemania, no nos dieran suficiente dinero, sino
porque nos daban demasiado, mucho más de lo que debieran haber concedido, y
nuestro gobierno aceptó más, mucho más de lo que tenía derecho a aceptar.
Dinero que, en todo caso, ni ayudó al pueblo griego (que estaba siendo arrojado
al agujero negro de la deuda insostenible) ni atajó el crecimiento desmedido de
la deuda nacional, y todo con
un gran costo para los contribuyentes griegos y
alemanes.
De hecho, incluso antes de que pasara un año ya había ocurrido y,
desde antes de 2011 y en adelante, nuestras predicciones se confirmaron. La
combinación de nuevos y gigantescos préstamos con asfixiantes recortes en el
gasto público no solamente no lograron controlar la deuda, sino que además
castigaron a los ciudadanos más débiles, convirtiendo a personas que hasta
entonces habían vivido una existencia mesurada y modesta, en pobres y mendigos,
negándoles, sobre todas las cosas, su dignidad.
El colapso de ingresos provocó
la ruina de miles de empresas, reforzando el poder oligopólico de las grandes
firmas supervivientes. Así, los precios han ido cayendo, pero más lentamente
que nóminas y salarios, deprimiendo la demanda de bienes y
servicios, y
destrozando los ingresos nominales mientras la deuda continuaba con su
crecimiento inexorable. En este escenario, el déficit de esperanza se aceleró
incontrolablemente, antes de que pudiésemos darnos cuenta, el “huevo de la
serpiente” eclosionó, con el resultado de bandas neonazis patrullando nuestros
barrios, difundiendo su mensaje de odio.
A pesar del fracaso evidente de la
lógica de “extender y fingir”, esta todavía se ha seguido aplicando hasta hoy.
El segundo “rescate” griego, aplicado en la primavera de 2012, añadió otro
enorme préstamo sobre los debilitados hombros de los contribuyentes griegos,
pulverizando nuestra reserva de la seguridad social y financiando una
despiadada nueva cleptocracia. Reputados analistas han hecho referencia
recientemente a la estabilización de Grecia, incluso a signos de crecimiento.
Por desgracia, la “griecuperación” es un espejismo que debemos evitar lo antes
posible."





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