martes, 14 de abril de 2015

EL CAMBIO POLÍTICO EN LA AGENDA REGIONAL

LA PARÁBOLA DE CONFRONTACIÓN DEL DÉBIL,
CONTRA EL SUPUESTO FUERTE, SIRVE PARA
PENSAR LOS DESAFÍOS, EN PLENO 
DESARROLLO DE LA CRISIS CAPITALISTA...

Escribe 
JULIO CESAR GAMBINA (*) 
Fuente: BLOG del autor 
11 de abril 2015

(*)GAMBINA JULIO CESAR – (Argentina) Doctor en Ciencias Sociales (UBA) Profesor de Economía Política en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario, Presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, FISYP, e Integrante del Comité Directivo del consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, CLACSO. Miembro del Consejo Académico de ATTAC-Argentina y dirige el Centro de Estudios Formación de la Federación Judicial Argentina


Resulta interesante analizar la agenda en debate en la región, puesta en discusión en ámbitos de la diplomacia y la política regional, pero también en las calles. Por un lado acontece en Panamá la Cumbre de Presidentes de América y el protagónico papel histórico de Cuba en el debate regional de la máxima institucionalidad americana. Es cierto
que la proyección de las inversiones económicas en Cuba, provenientes de EEUU, intentarán socavar la pretensión anticapitalista del proceso cubano. Las relaciones mercantiles capitalistas intentarán lo que el bloqueo mercantil no logró. La realidad es que la perseverancia política de Cuba actúa como demostración sobre la posibilidad de intervenir soberanamente en el ámbito mundial. No existe el límite de la correlación de fuerzas, sino la decisión de avanzar en un proyecto propio, ampliando los límites para la transformación social y la emancipación. El comentario es válido, aun desde la aparente

desigualdad en la correlación de fuerzas, una cuestión que se enarbola cotidianamente para impedir modificar los condicionantes estructurales del legado neoliberal en nuestros países. Me refiero a las reformas estructurales de los años 80 y los 90 que condicionan la cotidianeidad, sea en el ámbito de la producción o de los servicios y las finanzas, endeudamiento mediante; como en los tratados internacionales suscriptos en su momento y que condenan a los países a la subordinación a tribunales externos y a la lógica de la liberalización de la economía. Vale también considerar que la soberanía popular se esgrime en estas horas en la defensa de la autodeterminación de Venezuela ante la agresión de EEUU. No solo se sustenta en su territorio la defensa del gobierno

legítimo en la patria de Bolívar, sino que la suscripción de solidaridad se extiende más allá de las fronteras con 10 millones de voluntades que exigen a EEUU derogar la declaración de “amenaza a la seguridad” por parte de Venezuela. La dominación pretendida por el imperialismo encuentra límites en el accionar colectivo. Son límites a la impunidad que hasta hace muy poco ejerció sin obstáculos el poder hegemónico y que la nueva realidad mundial condiciona. Es un tema asociado a la disputa de la hegemonía mundial, pero también
a la nueva institucionalidad de la integración, que entre sus novedades más destacadas es la plena participación cubana en las relaciones continentales. La verdad es que ante la debilidad explicitada con Cuba, el imperio estadounidense pretendió evidenciar su poder atacando y condicionando a Venezuela, y la respuesta ha sido masiva en la defensa de la autodeterminación y sustentada desde la solidaridad gestada por la nueva institucionalidad de la integración regional.(……)Pero también para pensar en desandar la sorpresiva y secreta inclusión uruguaya en el TISA, el “acuerdo en comercio de servicios” (en inglés: Trade in
Services Agreement). Del mismo modo y que no tan secreto se negocian tratados de libre comercio entre el Mercosur y Europa, o entre nuestros países y una gama variada de aspirantes a relaciones mercantiles favorecidas en la región, sean viejos o nuevos socios comerciales y potenciales inversores en áreas de la producción y los servicios. Si Cuba sostuvo su dignidad pese al bloqueo y su agresor no tuvo más remedio que habilitar negociaciones para la normalización de relaciones y compartir debates en la Cumbre de Presidentes; y si la Venezuela agredida es sostenida por su lucha nacional y la solidaridad regional e internacional; y si el mundo se moviliza por la paz contra la militarización regional y global desde Colombia; entonces, los límites para la independencia pueden ser superados. Más aún si se consideran los avances de la organización y lucha popular que devino en nuevas articulaciones de las relaciones políticas en Nuestramérica.  

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