LA PARÁBOLA DE CONFRONTACIÓN DEL DÉBIL,
CONTRA EL SUPUESTO
FUERTE, SIRVE PARA
PENSAR LOS DESAFÍOS, EN PLENO
DESARROLLO DE LA CRISIS CAPITALISTA...
Escribe
JULIO CESAR GAMBINA (*)
Fuente: BLOG del autor
11 de abril 2015
(*)GAMBINA
JULIO CESAR – (Argentina) Doctor en Ciencias Sociales (UBA) Profesor de
Economía Política en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de
Rosario, Presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas,
FISYP, e Integrante del Comité Directivo del consejo Latinoamericano de
Ciencias Sociales, CLACSO. Miembro del Consejo Académico de ATTAC-Argentina y
dirige el Centro de Estudios Formación de la Federación Judicial Argentina
Resulta interesante analizar la agenda en debate en la
región, puesta en discusión en ámbitos de la diplomacia y la política regional,
pero también en las calles. Por un lado acontece en Panamá la Cumbre de
Presidentes de América y el protagónico papel histórico de Cuba en el debate
regional de la máxima institucionalidad americana. Es cierto
que la proyección
de las inversiones económicas en Cuba, provenientes de EEUU, intentarán socavar
la pretensión anticapitalista del proceso cubano. Las relaciones mercantiles
capitalistas intentarán lo que el bloqueo mercantil no logró. La realidad es
que la perseverancia política de Cuba actúa como demostración sobre la
posibilidad de intervenir soberanamente en el ámbito mundial. No existe el
límite de la correlación de fuerzas, sino la decisión de avanzar en un proyecto
propio, ampliando los límites para la transformación social y la emancipación. El
comentario es válido, aun desde la aparente
desigualdad en la correlación de
fuerzas, una cuestión que se enarbola cotidianamente para impedir modificar los
condicionantes estructurales del legado neoliberal en nuestros países. Me
refiero a las reformas estructurales de los años 80 y los 90 que condicionan la
cotidianeidad, sea en el ámbito de la producción o de los servicios y las finanzas,
endeudamiento mediante; como en los tratados internacionales suscriptos en su
momento y que condenan a los países a la subordinación a tribunales externos y
a la lógica de la liberalización de la economía. Vale también considerar que la
soberanía popular se esgrime en estas horas en la defensa de la
autodeterminación de Venezuela ante la agresión de EEUU. No solo se sustenta en
su territorio la defensa del gobierno
legítimo en la patria de Bolívar, sino
que la suscripción de solidaridad se extiende más allá de las fronteras con 10
millones de voluntades que exigen a EEUU derogar la declaración de “amenaza a
la seguridad” por parte de Venezuela. La dominación pretendida por el
imperialismo encuentra límites en el accionar colectivo. Son límites a la impunidad
que hasta hace muy poco ejerció sin obstáculos el poder hegemónico y que la
nueva realidad mundial condiciona. Es un tema asociado a la disputa de la
hegemonía mundial, pero también
a la nueva institucionalidad de la integración,
que entre sus novedades más destacadas es la plena participación cubana en las
relaciones continentales. La verdad es que ante la debilidad explicitada con
Cuba, el imperio estadounidense pretendió evidenciar su poder atacando y
condicionando a Venezuela, y la respuesta ha sido masiva en la defensa de la
autodeterminación y sustentada desde la solidaridad gestada por la nueva
institucionalidad de la integración regional.(……)Pero también para pensar en
desandar la sorpresiva y secreta inclusión uruguaya en el TISA, el “acuerdo en
comercio de servicios” (en inglés: Trade in
Services Agreement). Del mismo modo
y que no tan secreto se negocian tratados de libre comercio entre el Mercosur y
Europa, o entre nuestros países y una gama variada de aspirantes a relaciones
mercantiles favorecidas en la región, sean viejos o nuevos socios comerciales y
potenciales inversores en áreas de la producción y los servicios. Si Cuba
sostuvo su dignidad pese al bloqueo y su agresor no tuvo más remedio que
habilitar negociaciones para la normalización de relaciones y compartir debates
en la Cumbre de Presidentes; y si la Venezuela agredida es sostenida por su
lucha nacional y la solidaridad regional e internacional; y si el mundo se
moviliza por la paz contra la militarización regional y global desde Colombia;
entonces, los límites para la independencia pueden ser superados. Más aún si se
consideran los avances de la organización y lucha popular que devino en nuevas
articulaciones de las relaciones políticas en Nuestramérica.
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