MÁS DE 20.000 PERSONAS HAN MUERTO EN EL
MEDITERRÁNEO EN LOS ÚLTIMOS 15 AÑOS,
CAMINO HACIA UNA VIDA MEJOR EN EUROPA
Fuente
“INFOLIBRE” Redaccion.
Publica “Rebelion”
Lunes 20 de abril
2015.
"Son muertes que se podrían haber evitado si la UE
hubiera lanzado un operativo de verdad para labores de búsqueda y
rescate", asegura Judith Sunderland, subdirectora de Human Rights Watch. El
naufragio del sábado en Lampedusa, que ha costado la vida a más de 600
personas, pone de manifiesto el fracaso de las políticas de la Unión Europea
sobre inmigración, una situación que han denunciado ONG así como los Gobiernos
de Malta e Italia. Con los de este domingo, ya son más de 1.500 los muertos en
el Mediterráneo desde principios de
año. Antes de esta tragedia, el número de
víctimas mortales ya era diez veces mayor que el registrado durante los
primeros cuatro meses de 2014, informa Europa Press. Después de la tragedia de
2013, en la que más de 360 personas perdieron la vida frente a las costas de
Lampedusa, Italia lanzó la operación Mare Nostrum, un dispositivo humanitario
que salvó decenas de miles de vidas, pero que finalmente fue declarado
insostenible a falta de un mayor apoyo de la Unión Europea, denuncia la ONG
Human Rights Watch. Italia puso fin a la operación Mare Nostrum en noviembre de
2014. Fue sustituida
por la llamada Operación Tritón. Esta nueva iniciativa,
implementada por la agencia de frontera exterior de la Unión Europea, Frontex,
era un pálido reflejo de su predecesor: un tercio del presupuesto, menor
alcance geográfico... Pero, sobre todo, un cambio de directiva: reforzar la
seguridad fronteriza por encima de las labores de búsqueda y rescate. A
principios de marzo, la Comisión Europea anunció el inicio del Equipo Operativo
Conjunto Mare. No es una réplica de la
operación Mare Nostrum de la Marina italiana. Al contrario, se trata de un
centro de inteligencia
marítima destinado a la lucha contra el contrabando de
personas; el mismo contrabando de personas que está floreciendo porque la UE ha
cerrado sus fronteras terrestres. Hoy en día, la energía y los recursos se
centran en cortar el flujo. Pero cortar el flujo –sin ofrecer otras opciones
para las personas que buscan refugio y asilo– solo se traduce en mayor
sufrimiento y muerte, según Médicos sin Fronteras. Como consecuencia, las cifras de muertos desde
la puesta en marcha de Tritón se han disparado. Si se confirman los más de 600
fallecidos en el desastre de este domingo, el Mediterráneo se habrá cobrado las
vidas de 1.000 personas en una sola semana, después del naufragio ocurrido días
antes en el que murieron 400
personas, la mayoría mujeres y niños. "La
Unión Europea sigue de brazos cruzados mientras cientos de personas mueren en
sus orillas", denuncia la subdirectora de la ONG Human Rights Watch,
Judith Sunderland. "Son muertes que se podrían haber evitado si la UE
hubiera lanzado un operativo de verdad para labores de búsqueda y
rescate", subraya. Lo mismo opina Amnistía Internacional. "El último
naufragio es una tragedia causada por el hombre que podría haberse evitado
perfectamente. Estas muertes provocan consternación, pero no sorpresa",
lamenta su director para Europa y Asia Central, John Dalhuisen. "Los
barcos mercantes y sus
tripulaciones han intentado con valentía cubrir el hueco
que deja por norma la ausencia de equipos especializados de rescate, pero no
están diseñados ni entrenados para hacer frente a estas ocasiones", indica
Dalhuisen. En los últimos 15 años, el Mediterráneo se ha convertido en un
cementerio para más de 20.000 inmigrantes y refugiados que buscaban protección
y una vida mejor en Europa. Al menos 3.500 personas se ahogaron en 2014
tratando de llegar a las costas europeas. La mayoría, procedentes del África
subsahariana, Eritrea, Somalia y Siria, suelen hacer escala en las llamadas
"casas de
conexión" en Libia, donde esperan durante un mes mientras
son objeto de "abusos sistemáticos", según la Organización
Internacional para la Migración. El número de entradas de personas por mar
registradas en 2014 llegó a 218.000, frente a los 60.000 de 2013. Con una
guerra siria que azota sin cesar el país y la creciente inestabilidad en Libia,
se espera que el número de personas que se lanzarán al mar este año no tenga
precedentes. Mientras los canales y medios seguros para llegar a Europa sigan
siendo escasos, existen pocas opciones disponibles para los refugiados que no
sea intentarlo por mar.
( TEXTO COMPLETO AQUÍ)
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