martes, 28 de abril de 2015

MIOPÍA DE U.E. ANTE ESTRATEGIA MILITAR DE EE.UU.

NO HUBO MANDATO DE  ONU PARA «PROTEGER POBLACIÓN». 
FUE MASACRE DE OTAN CON LA MUERTE DE 160 000 LIBIOS, 
DE LOS CUALES EL 75  POR CIENTO LO FORMABAN CIVILES
  

Escribe 
THIERRY MEYSSAN (*)
 Fuente 
RED VOLTAIRE | DAMASCO (SIRIA)
ITALIANO  PORTUGUÊS  فارسى 
 DEUTSCH  FRANÇAIS  РУССКИЙ 
Lunes 27 DE ABRIL DE 2015

(*) THIERRY MEYSSAN (1957 Gironda, Francia) es un periodista y activista político francés, autor de investigaciones sobre la extrema derecha así como sobre la Iglesia Católica, entre otras. Escritor y analista internacional., Presidente fundador de la Red Voltaire y de la conferencia Axis for Peace. Sus análisis sobre política exterior se publican en la prensa árabe, latinoamericana y rusa. Es analista y consultante de varios gobiernos. Conferencista internacional especializado en desarrollar análisis de geopolítica.  


La Unión Europea está equivocada en los atentados islamistas en Europa y las oleadas de inmigrantes que llegan huyendo de las guerras. Esos hechos no son secuelas de los conflictos que agitan el Medio Oriente, sino un objetivo estratégico de Estados Unidos. Los dirigentes de la Unión Europea están cada vez más ante situaciones
saldo de las "oleadas de inmigrantes"...
inesperadas.  Como atentados perpetrados o preparados por individuos que no pertenecen a grupos políticos  identificados. Por otro lado, una gran afluencia de migrantes a través del Mediterráneo y que miles  mueren a las puertas de países europeos. Falta análisis estratégico ante ambos factores que están siendo tomados a priori como hechos aislados entre sí. Pero la fuente de ambos es la misma: resultan de la inestabilidad política en el Levante y en África. La Unión Europea se ha privado de los medios para comprender. Si las academias militares de la Unión Europea
Consejo de la Unión Europea
hiciesen bien su trabajo  durante los últimos 15 años, habrían estudiado  la doctrina del «hermano mayor» estadounidense. Y tendrían que haber notado que, desde hace  años, el Pentágono publica todo tipo de documentos sobre la «teoría del caos» del filósofo Leo Strauss. (1899-1973) que fue especialista de la filosofía política. Con un pequeño grupo de alumnos que, en su mayoría, trabajaron después para el Departamento de Defensa estadounidense. De hecho, formaron una secta que inspiro  la estrategia del Pentágono. Hace unos meses, Andrew Marshall, un
experto que debió jubilarse hace más de 25 años, aún le pagan 10 millones de dólares al año para investigar ese tema. Mientras ninguna academia militar de la Unión Europea se enteró de esa doctrina ni de   sus consecuencias.  Si los políticos de la Unión Europea hubiesen viajado unpoco, no sólo a Irak, Libia, Siria, al Cuerno africano, a Nigeria y Mali, sino también a Ucrania, habrían visto la aplicación de esa doctrina estratégica. Pero se limitaron a visitar edificios de la “zona verde” de Bagdad, algun estrado en Trípoli

o la plaza Maidan de Kiev. Ignoran lo que vive las poblaciones y, que a pedido del «hermano mayor», cerraron embajadas, privándose de ojos y oídos en el terreno. Peor aún, se unieron a la aplicación de embargos, para que los hombres de negocios tampoco puedan ir a ver lo que sucede en esos. Se desconoce cuantos son los muertos en el Mediterráneo. A veces las olas depositan cuerpos en las playas, o los guardacostas abordan embarcaciones llenas de cadáveres. El caos no es fortuito, es el objetivo. Al contrario de lo que afirma el presidente Francois Hollande, el éxodo de libios no es consecuencia de una «falta


de seguimiento» de la operación «Protector Unificado» –que condujo al derrocamiento y asesinato de Kadhafi– sino el resultado que se buscaba con aquella operación, en la que Francia hizo el papel de líder. El caos no se instaló en Libia porque los «revolucionarios libios» no hayan sabido ponerse de acuerdo entre sí después de la «caída» de Muammar el-Kadhafi sino que ese era el objetivo estratégico de Estados Unidos. Y lo alcanzaron. Nunca hubo una «revolución democrática» en Libia sino un movimiento secesionista 
Leo Strauss

en la región de Cirenaica. Según las cifras de la Cruz RojaInternacional, hubo una masacre perpetrada por la OTAN que costó las vidas de 160 000 libios, de los cuales el 75% eran civiles. Recuerdo que, antes de integrar el gobierno de la Yamahiriya Árabe Libia, se me solicitó ser testigo en un encuentro en Trípoli, entre una delegación estadounidense y  representantes libios. El jefe de la delegación estadounidense explicó  que el Pentágono estaba dispuesto a salvarlos de la muerte, pero exigía que le entregaran al Guía. Y agregó que cuando mataran a Kadhafi, la sociedad tribal libia no lograría validar la autoridad de un nuevo líder antes de –como mínimo– una generación, situación que sumiría Libia en un caos nunca visto anteriormente en ese país. Desde entonces, he contado repetidamente aquel encuentro y predije muchas veces lo que hoy está documentado.     

No hay comentarios: