EL ENDEUDAMIENTO ES UN INSTRUMENTO DE
DOMINACIÓN
POLÍTICA Y ECONÓMICA, LOS PAÍSES EN DESARROLLO
DESTINAN MÁS DINERO AL PAGO DE INTERESES,
QUE LOS FONDOS QUE HAN RECIBIDO EN LOS PRÉSTAMOS...
Escribe
JÉRÔME DUVAL (*)
Fuente:
Publica “Rebelión”
7 de
Mayo 2015
(*) JÉROME DUVAL Periodista. Miembro
de la Red Internacional del Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer
Mundo. “La crisis no es de la deuda, sino del capitalismo” -
portavoz del grupo sobre deuda externa de ATTAC-CADTM Responsable Equipe
Recrutement, Groupama Loire. miembro de Patas Arriba nos cuenta
la necesidad de una auditoria ciudadana de la deuda. Columnista en varios
medios de la prensa alternativa del continente latinoamericano..
Las cifras de la deuda 2015, ahora disponible
en español, francés e inglés, es un documento relevante para cualquier persona que quiere tener a su alcance herramientas para combatir
las desigualdades, consecuencias de un sistema capitalista devastador basado en
el
endeudamiento. «Tanto en el Norte como en el Sur del planeta, la deuda
constituye un mecanismo de transferencia de riquezas creadas por los
trabajadores y trabajadoras y los pequeños productores y productoras a favor de
los capitalistas. El endeudamiento es utilizado por los prestamistas como un
instrumento de dominación política y económica». Ahí se pueden observar
desigualdades enormes recordando el famoso lema “somos el 99%” del movimiento
Occupy Wall Street. Así, la publicación recopila muchísimos datos como el que
nos dice que “En 2013, el 0,7 % de la población mundial acaparaba el 41 % de la
riqueza mundial mientras que el 68,7 % de la población
tenía une riqueza
conjunta de apenas el 3 % del total mundial.”
En la misma línea, el 0,01% de la población en Africa se reserva el 60%
del PIB africano”. ¡Una desigualdad tan explosiva solo puede provenir de una
explotación brutal! Como mencionan los autores, los planes de ajuste
estructural y otros planes de austeridad ligados a préstamos, “constituyen una
máquina de guerra que tiene por objetivo destruir todos los mecanismos de
solidaridad colectiva y someter todas las esferas de la vida humana a la lógica
mercantil.” Estos mecanismos de endeudamiento obedecen a interese
s
imperialistas y son utilizados para someter y vigilar a los gobiernos y sus
pueblos. Como en las ediciones anteriores, el CADTM persigue el doble objetivo
de proponer, por una parte, un análisis crítico y riguroso y, por otra, una
denuncia de los fines y resultados nefastos del “sistema deuda” en todos los
países. Pues, contrariamente al discurso mediático y las afirmaciones de los
dirigentes europeos, el actual incremento de la deuda pública en Europa fue
posterior al sobreendeudamiento privado: Ha sido primero una crisis de la deuda
privada que luego se transformó en crisis de deuda pública vía la socialización
de pérdidas. Se subraya también el rol y nefasto impacto
que tienen los
organismos financieros multilaterales (Fondo Monetario Internacional, Banco
Mundial o el Club de París) y los grandes grupos financieros internacionales
sobre el desarrollo de los países, comprometiendo la soberanía y la democracia.
La regla “un dólar, un voto”, que persiste tanto en el FMI como en el Banco
mundial desde su creación, pone en evidencia la supremacía de la potencia de
los EEUU en aquellas instituciones, otorgándole el mayor derecho de voto al
país norteamericano, lo que impide cualquier cambio que contravenga a sus
intereses. También, en otra sección, se apunta al fracaso de la iniciativa de
PPME (Países Pobres Muy Endeudados) lanzada en 1996 por el Banco Mundial y el
FMI que concierne a tan sólo un 11% de la población total de los Países en
Desarrollo (PED) y que no consiguió
aliviar los desembolsos de estos países
hacia sus acreedores. El informe también aborda diversos aspectos estructurales
o coyunturales. Temas cruciales como la salida al escenario mundial de China
como país acreedor, las crisis alimentaria y climática, los fondos buitre, el
carácter regresivo de la fiscalidad y, como consecuencia, la falta de
recaudación tributaria de los ingresos y rentas altas, las desigualdades salariales
de género y otros factores que no hacen más que desembocar en una mala
repartición de la riqueza, profundizando las desigualdades generadoras de
endeudamiento, la extrema pobreza y el hambre para millones de personas. A
pesar de que muchos países siguen reembolsando esas deudas odiosas (y piden
nuevos préstamos para eso, o sea se endeudan para reembolsar antiguas deudas),
la foto a nivel global nos enseña una barbaridad poco difundida en manuales
escolares o en medios que se autoproclaman “de información”: Los denominados
países en desarrollo (PED) destinan más dinero a sus acreedores ubicados en
“países desarrollados” - o mejor dicho industrializados - que lo que reciben
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