domingo, 7 de junio de 2015

LA RUTA DE LA SEDA EN AMÉRICA LATINA

DESEMBARCO DE CHINA EN AMERICA LATINA
SE  CARACTERIZO POR   LA ABSORCIÓN DE
FIRMAS PRIVADAS OCCIDENTALES POR
INVERSIONES DE  CONSORCIOS ESTATALES CHINOS.

Escribe 
LUIS NIETO PEREIRA OMAL (*)
Fuente “La Marea”
Publica “Rebelión”
Sabado 20 de Junio 2015

(*) LUIS NIETO PEREIRA (@NietoLua). Coordinador de la Asociación Paz con Dignidad-OMAL y de la Revista "Pueblos". Y del "Observatorio de las Multinacionales en América Latina". Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Organiza los "Comité Españoles de Defensa de la Amazonía Ecuatoriana." Ha dicho: “A lo largo de estos últimos años se ha ido produciendo un contacto creciente entre China y América Latina, en todos los ámbitos”

En la década pasada,los intercambios comerciales entre ambas regiones se multiplicaron por 21. El desembarco de China en territorio latinoamericano se ha caracterizado por el desplazamiento y la
absorción de firmas privadas occidentales por gigantescas inversiones de compañías o consorcios estatales chinos. Todo ello impulsado por un sistema de flujos financieros de la banca pública china, que le permite a sus empresas desembolsar grandes sumas y a los gobiernos de la región, financiar inversiones sociales e infraestructuras. Entre 2005 y 2013, según el Instituto de Gobernanza Económica Global de la Universidad de Boston, China

otorgó 102.000 millones de dólares en préstamos a América Latina. A pesar de que China está comprometida con el desarrollo de un nuevo orden asiático a través de iniciativas como el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras, no parece que esté descuidando la cooperación Sur-Sur. Y es que China se ha consolidado como el segundo socio comercial de América Latina, solo por detrás de Estados Unidos,

amenazando con restar al país norteamericano su clásico protagonismo en la región. China, la segunda mayor economía del mundo, ha encontrado en América Latina un excelente proveedor de las materias primas y los recursos energéticos que necesita para alimentar su voraz desarrollo. Así, a las importaciones del petróleo de Venezuela se le suman las del cobre de Perú y Chile y la soja de Brasil y Argentina. Además, tanto Chile como Perú han firmado tratados
comerciales con China, mientras Colombia avanza en las negociaciones y Brasil ha mostrado interés en sumarse a estos acuerdos de “libre comercio”. En el período 1990-2013, la inversión total de China en los diferentes países de América Latina ascendió a 51.000 millones de dólares. Estas inversiones se han concentrado especialmente en sectores como la minería, los hidrocarburos y la agricultura: entre 2010 y 2013 el 90% de la Inversión Extranjera Directa (IED) china tuvo que ver con los
recursos naturales, cuando en términos totales de IED mundial en la región tan solo se dedicó el 25% a este sector. Hay que destacar, además, que las inversiones en petróleo y gas se realizan a través de cuatro empresas estatales, que han canalizado un flujo de inversión de 30.000 millones de dólares. También están en alza las industrias minera —con unas inversiones de cerca de 10.000 millones— y manufacturera —rondando los 2.000 millones—, un sector que va en aumento y produce la destrucción de la pequeña industria local. El comercio entre ambas
regiones se produce de la siguiente manera: América Latina exporta materias primas a China —por un valor de 112.000 millones de dólares en 2013— e importa del país asiático manufacturas de baja, media y alta tecnología. En 2014, el volumen comercial chino-latinoamericano llegó a ser de 263.600 millones de dólares; el valor del comercio bilateral se multiplicó 22 veces entre 2000 y 2014. Con todo ello, China ha desplazado a la Unión Europea como el origen de buena parte de las importaciones y el destino de las exportaciones, quedando solo por detrás de Estados Unidos. Hasta la fecha, los líderes latinoamericanos
han apostado por esta relación económica porque estaban cosechando superávits comerciales con el aumento de los precios de las commodities; está por ver cómo va a evolucionar dicha relación ahora que el escenario ha cambiado y países como Perú, Argentina y Colombia registran déficit. Cuatro meses después de que Pekín reuniera a los presidentes de América Latina en el primer Foro de Cooperación China-CELAC, y prometiera 250.000 millones de dólares en inversiones durante los próximos diez años, el viaje del primer ministro chino a la región intentó concretar importantes proyectos en diferentes sectores. Durante su visita a Brasil, Colombia, Perú y Chile ,estos cuatro países representaron el año pasado el 57% del volumen de comercio bilateral entre China y América Latina     

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