martes, 4 de agosto de 2015

Otra deuda impagable: PUERTO RICO, LA GRECIA AMERICANA

LA DEUDA ES DE FONDOS ESPECULATIVOS (HEDGE FUNDS)
CONOCIDOS TAMBIÉN COMO FONDOS BUITRE. COMPRAN
A UN PRECIO MUY BAJO,  LUEGO  EXIGEN SU PAGO
A LA COTIZACION COMPLETA DE SU VALOR NOMINAL


Escribe 
BARRY SHEPPARD (*) 
Fuente “Viento Sur” 
  31 de julio de 2015

(*) BARRY SHEPPARD. Periodista. Escritor. Vinculado a la Universidad de  Queen en Belfast, estudiante de tercer ciclo  donde cursa maestría en Historia Moderna. Tambien se vincula al Departamento de Antropología en esa Universidad. Autor del libro "Los años sesenta: una memoria política" . Fue miembro del Partido Socialista de los Trabajadores de Estados Unidos durante 28 años, y es reconocido como un líder central para la mayor parte de ese tiempo. Redactor habitual en varios medios de prensa.

Mientras el mundo entero tiene su atención fija en el espectáculo que dan el FMI, la CE y el Banco Central Europeo (la troika) aplastando al
pueblo griego, hay otros numerosos ejemplos de poderosos países imperialistas que utilizan la "crisis de la deuda" para extraer más riquezas de los países más débiles que ellos, así como de países imperialistas más pobres. Un caso típico es el de la colonia de Puerto Rico (3,6 millones de habitantes).
En una entrevista concedida al New York Times, el gobernador de la nación caribeña (foto) declaró: "Nuestra deuda, que asciende a 73 mil millones de dólares, no es pagable. No hay otra opción. Sería feliz si hubiera otra opción más fácil. Pero no es cuestión de política, sino de matemáticas". Puerto Rico no ha podido
pagar un plazo de más de mil millones de dólares que vencía el pasado 1 de julio. La mayor parte de la deuda se debe a fondos especulativos (hedge funds) americanos, fondos de colocación u otras cuentas de inversión.
Los hedge funds conocidos también como fondos buitre, compran (en el mercado secundario), a un precio muy bajo, deuda adeudada por el gobierno portorriqueño así como por empresas privadas porque los inversores saben que
éstas no tienen casi valor. Luego, dan un giro y exigen su pago al completo de su valor nominal (es decir, el valor fijado en la emisión). El 30 de junio, las autoridades de Puerto Rico emprendieron negociaciones con sus acreedores. Entre quienes asistían a la reunión estaba la antigua directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Anne Kruger.
 Las dos propuestas de ésta fueron que Puerto Rico hiciera bajar el salario mínimo por debajo de los 7,50 dólares la hora fijados a nivel federal y que se recortaran las subvenciones concedidas a la Universidad de Puerto Rico. Hubo una manifestación ante las oficinas del gigante financiero Citigroup en Manhattan, el corazón financiero de
Nueva York, donde tenía lugar la reunión. Un manifestante entrevistado por Democracy Now!, David Galarza, dijo: "Vivo aquí, en Nueva York. Soy puertorriqueño y mis padres y mi familia viven en Puerto Rico...
Todos decimos que no a los planes de austeridad puestos en pie por los propietarios de los hedge funds y los gángsters que han creado situaciones similares en Grecia, en España
e incluso en los Estados Unidos". La Casa Blanca ha anunciado que el Gobierno federal no dará ni un céntimo. Janet Yellen, a la cabeza de la Reserva Federal (FED) americana, le ha hecho coro anunciando que este banco no haría nada tampoco porque estimaba que no había "ningún riesgo" de que una falta de pago de Puerto Rico tuviera ninguna incidencia en los Estados Unidos y que el asunto no tenía ninguna importancia.
Es la misma FED que inyectó miles de millones de dólares en
instituciones financieras como la Citicorp y que luego les prestó miles de millones durante el krach financiero de 2008. Aquí tenemos por tanto nuestra propia troika -el Gobierno federal, la Reserva federal y las instituciones financieras- que a puerto Rico le dice, sencillamente, que se hunda. La nueva presión sobre Puerto Rico por parte del capital financiero americano se produce en el contexto de una depresión que afecta a este grupo insular -archipiélago- desde 2005. El nivel de pobreza es casi el doble que el del Estado americano más pobre. El nivel de paro es dos veces más elevado que en los Estados Unidos. El sistema de salud puertorriqueño está a punto de hundirse.
El sesenta por ciento de la población depende de programas federales
como Medicare, Medicare Advantage o Medicaid. Gracias a las políticas de Obama, Puerto Rico no recibe más que el sesenta por ciento de los fondos que reciben los demás Estados en el marco de Medicare y el setenta por ciento de los fondos que reciben en el marco de Medicaid. Lo que significa una pérdida de quinientos millones de dólares que el país, falto de liquidez, no puede permitirse invertir en gastos médicos de su población. Puerto Rico está también excluido del Supplimental Security Income Program que ayuda a los americanos más vulnerables (dependientes,
ciegos, personas mayores que tienen rentas muy bajas o patrimonios cercanos a cero; la mayoría de los 9 millones de personas que cobran esta asignación dependen totalmente de ella). No participa tampoco en el programa federal de nutrición. Todas estas diferencias, y otras también, existen porque el país es una colonia de los Estados Unidos, llamada de forma eufemística "territorio".  



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