miércoles, 2 de septiembre de 2015

CHINA: LA GRAN MURALLA DE LA ESPECULACIÓN

VALOR DE MERCADO DE OBRAS ERA EQUIVALENTE A
CASI DOS VECES EL PIB: UNA BURBUJA EN CANTIDADES
Y PRECIOS UNICA EN LA HISTORIA DEL CAPITALISMO
  

Escribe 
ALEJANDRO NADAL (*)
 Fuente
 “La Jornada” de México
26 de agosto 2015

(*)ALEJANDRO NADAL es Doctor en Economía por la Universidad de París y Profesor de Teoría Económica del Colegio de México.  Miembro del Consejo Editor de Sin Permiso y columnista permanente en “La Jornada” de México. Conferencista y Periodista que publica en importantes medios de Europa y América. Trabaja en un libro sobre macroeconomía. Sustenta que esta no es crisis económica, sino que es estructural del sistema.


La línea que separa a un especulador de un inversionista es delgada. Éste apuesta a recuperar su inversión inicial. Aquél juega a saber más
que el mercado. En el capitalismo hay cabida para los dos tipos de agentes y en su análisis sobre la formación de expectativas, Keynes afirmó que la especulación no es dañina cuando las burbujas son pequeñas y forman parte de un gran río de inversión. 
Pero cuando la inversión se compone de unas cuantas burbujas en un mar de especulación, las cosas salen mal. Todo mundo sabía que la crisis llegaría a China. Había demasiados canales de comunicación como para pensar que los
efectos del descalabro en Estados Unidos y Europa no se transmitirían a China. 
Pero la crisis en el gigante asiático tiene también los ingredientes de su propia cocina. Otros se relacionan con la política económica que aplicó el gobierno chino al sentirse los efectos de la contracción del mercado mundial. La crisis financiera y sus efectos sobre la economía mundial terminaron por frenar la expansión de las exportaciones chinas. Pero ese no fue el único problema. Contrario a lo que muchos piensan, la fuente de mano de
obra en China no es inagotable: en 2011 la oficina de estadísticas anunció que la población en edad de trabajar se contrajo por primera vez. 
Es el resultado de 30 años de una política demográfica restrictiva (un hijo por familia) y del retiro de una generación nacida entre 1950 y 1975. Contra este telón de fondo y para combatir la contracción provocada por la caída en la demanda mundial, las autoridades del banco central chino comenzaron a aplicar una política de expansión crediticia desde
2012.
 Y para compensar la pérdida de dinamismo del sector exportador, un año después hasta se anunciaron planes para ir modificando la estrategia de crecimiento de la economía china: en adelante se estaría descansando más en el consumo doméstico. Pero para los gobiernos provinciales en China el crecimiento de la inversión en la industria de la construcción es una fuente muy importante de recursos. 
Así que el auge del sector de la construcción va de la mano con las necesidades fiscales: promover el crecimiento de una burbuja de
bienes raíces es algo casi natural. En 2013 había más de 10 mil millones de metros cuadrados en construcción en diversas ciudades chinas. El valor de mercado de esas obras era equivalente a casi dos veces el PIB: es una burbuja en cantidades y precios que no tiene paralelo en la historia del capitalismo. 
Y ha sido inflada por un sistema en el que la sed de ingresos fiscales y la especulación van de la mano. En muchos casos, la argamasa que mantiene unido este enredijo es la
corrupción. La expansión crediticia permitió una ola de inversiones en la bolsa y un espectacular crecimiento de precios en títulos y acciones. La expansión de las operaciones bursátiles con dinero prestado genera mayor volatilidad de la que ya existe en esos mercados. Y a esto hay que añadir el hecho de que otra parte de las inversiones de corto plazo en China proviene de la estrategia de empresas, bancos y fondos de inversión
para obtener divisas a un costo bajo e invertir en títulos denominados en divisas que tienen rendimientos superiores. 
Este llamado carry trade en el mercado mundial de divisas es resultado de un arbitraje en el que se toman en cuenta tasas de interés y estabilidad cambiaria. Estas operaciones han existido desde hace mucho, pero en los últimos años la flexibilidad de la política monetaria en Japón, Estados Unidos y, más recientemente, en Europa ha permitido su expansión sin freno. El crédito interno y el carry trade crearon una gigantesca burbuja en el mercado de valores en China. En los 12 meses anteriores a junio de este año, el índice de precios de las acciones creció 150 por ciento. 

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