sábado, 9 de mayo de 2015

“CAMBIO CLIMÁTICO EN UN SISTEMA QUE NO FUNCIONA”

CRISIS CLIMÁTICA, DE ENERGIA Y SOCIAL EN EUROPA. 
LOS PAISES HAN ESTADO PERDIENDO SOBERANÍAS. 
LOS LOBBYS ECONÓMICOS ESTÁN ORDENANDO
QUÉ MEDIDAS TENDRAN QUE TOMAR ESOS ESTADOS...
  
ENTREVISTA A UNAI ARANGUREN (*) 
DEL COMITÉ COORDINADOR DE “VÍA CAMPESINA”


Entrevista
LEANDRO ALBANI 
- Fuente original “Resumen Latinoamericano” http://www.resumenlatinoamericano.org/ 
 Publica “Rebelión”
7 de mayo 2015.

(*) UNAI ARANGUREN. Universidad del País Vasco-Euskal Herriko Unibertsitatea. Encabeza la delegación de EHNE Bizkaia, en la sexta asamblea general del movimiento “Vía Campesina” en Yakarta. Integrante del sindicato agrario al "Seminario-internacional-alimentos-agua-y-energía"   Es miembro del Comité. Coordinador Europeo de la VIA CAMPESINA EUROPA para el Seminario-internacional. 

(UNAI  ARANGUREN, SACADO DE CONTEXTO DE LA ENTREVISTA)- En Europa el campesinado representa solo el 3 por ciento del activo. La crisis se está aprovechando para reducir mucho más los derechos de
LEANDRO ALBANI
(los campesinos y de las personas en general. Hay una crisis climática, energética y social, sobre todo en el sur de Europa, y los estados han perdido sus soberanías. Los lobbys económicos están diciendo qué medidas tienen que tomar los países: bajar las jubilaciones o desahuciar casas que quedan en manos de los bancos. Ante esta situación, el campesinado tiene una resistencia fuerte. Esta crisis sirve como oportunidad para que muchos jóvenes que están en las ciudades y se han quedado sin trabajo, pero tienen acceso a un pedazo de tierra, puedan empezar un proyecto de autoempleo en el campo. Vemos cada vez más que hay jóvenes que se están planteando, por necesidad y para salir adelante, volver al campo. Ahora mismo somos uno de los pocos
sectores que está generando empleo. Europa es uno de los continentes que más ha empujado la producción y la venta de agrotóxicos en el mundo. Varias de las empresas más potentes están

en Europa y en Estados Unidos. Gracias a la presión de los ciudadanos hemos conseguido que algunas empresas se hayan tenido que cambiar de sede a otros países porque en Europa la presión era muy alta. Pero todavía siguen intentando darle una vuelta de tuerca más y ahora están planteando una nueva revolución verde. Hablan de la agricultura climáticamente inteligente, entonces venden un paquete de semillas modificadas, de abonos y pesticidas modificados que van a ayudar a que las semillas se acoplen mejor a un medio climático cambiantes. Ese cambio climático es la consecuencia de que


el sistema capitalista está acabando con todos los recursos del mundo. El cambio climático es una consecuencia de que el sistema no funciona, por eso planteamos cambiar el sistema. Para eso, planteamos que la alternativa política es la soberanía alimentaria, que es el derecho que tienen los pueblos a volver a decidir qué queremos comer y cómo queremos producir. Necesitamos acceso al agua, a la tierra, a las semillas y necesitamos gestionar nuestro territorio. Además necesitamos políticas públicas que acompañen para avanzar en la soberanía alimentaria y hacer frente a las estrategias capitalistas que intentan vendernos productos que dicen que son inteligentes. Para nosotros lo inteligente es la agricultura campesina que se ha hecho toda la vida. No son tan grandes los espacios de los latifundistas, por lo cual allá lo llamamos el Estado del minifundio. Hay muchas pequeñas parcelas a las que son muy difíciles acceder,


porque desde Europa se está financiando y ayudando a esas pequeñas parcelas porque los productos no tienen un coste real, entonces si produces un litro de leche estás perdiendo dinero. Europa te ayuda con un dinero para esas hectáreas y obtener materia prima barata para poder exportar a otros mercados y acapararlos. Es una práctica de dumping que denunciamos. Sí estamos viendo que en algunos lugares hay agresiones hacia la tierra. Se ha puesto bastante de moda el tema de la extracción de gas y el fracking, entonces hay muchas regiones que están luchando contra esa práctica. Los Tratados de Libre Comercio (TLC) que se quieren firmar entre Europa y Estados Unidos van a abrir la puerta a ese nuevo tipo de agresiones hacia la tierra. Ahora hay unos tribunales arbitrarios que lo que quieren es que bajen las leyes para poder


aprovechar y explotar mucho más la tierra y los bienes que tenemos. Las situaciones a nivel mundial son muy parecidas. En África y en Asia también está pasando algo muy parecido con el tema de acaparamiento de tierras, pero en algunos lugares la situación es mucho más dramática que en Europa, porque ya no son las empresas sino también los estados del norte los que están intentando acabar con los recursos. Hay estados como China que están tratando de entrar y meter el morro en África y en Asia para intentar competir a nivel mundial dentro del libre mercado.   

¿QUÉ NOS DIRÁN NUESTROS HIJOS Y NIETOS?

CUBRIMOS HERIDAS DE LA TIERRA CON ESPARADRAPOS. 
REMIENDOS NO SON REMEDIOS. CON ESO CREEMOS 
QUE ESTAMOS DANDO   RESPUESTAS ADECUADAS, 
SIN ENTENDER URGENCIAS QUE SON DE VIDA O MUERTE…

Escribe 
LEONARDO BOFF (*) 
Fuente Web del autor 
Viernes 8 de mayo 2015

(*)LEONARDO BOFF (BRASIL) Teólogo, filósofo y escritor Uno de los fundadores de la Teología de la Liberación. en 1985, la Congregación para la Doctrina de la Fe, dirigida por el Cardenal Ratzinger (ex Papa) le silenció por un año por su libro “La Iglesia, Carisma y Poder” . Profesor de ética y filosofía en Brasil. Conferencista en muchas universidades, como Heidelberg, Harvard, Salamanca, Barcelona, Lund, Lovaina, París, Oslo, Turín entre otras. Escribió más de 100 libros, traducidos a diversas lenguas. En 1997, el Parlamento Sueco le otorgó el premio Right Livelihood, considerado el Nobel Alternativo.


Todos los países, especialmente los que están pasando por crisis financieras, como es el caso de Brasil en 2015, tienen una obsesión persistente: tenemos que crecer, tenemos que asegurar el crecimiento del PIB que resulta de la suma de
todas las riquezas producidas por el país. Es un crecimiento fundamentalmente económico en la producción de bienes materiales. Cobra una alta tasa de iniquidad social (desempleo y reducción de los salarios) y una perversa devastación ambiental (agotamiento de los ecosistemas). En realidad deberíamos hablar primero de desarrollo que comporta elementos materiales imprescindibles, pero principalmente dimensiones subjetivas y humanísticas como la expansión de la libertad, de la creatividad y de la formas de moldear la propia vida. Desgraciadamente somos todos rehenes de ese súcubo que es el crecimiento. Hace bastante tiempo que el equilibrio entre crecimiento y preservación de la naturaleza se rompió a favor del crecimiento. El consumo ya supera en un 40% la capacidad de reposición de los

bienes y servicios del planeta. Y está perdiendo su sostenibilidad. Hoy sabemos que la Tierra es un sistema vivo auto regulador en el cual se entrelazan todos los factores (teoría de Gaia) para mantener su integridad. Pero está fallando en su autorregulación. De ahí el cambio climático, los eventos extremos (vendavales, tornados, desregulación de los climas) y el calentamiento global que nos puede sorprender con graves catástrofes. La Tierra está intentando buscar un equilibrio nuevo subiendo su temperatura entre 1,4 y 5,8 grados centígrados. Comenzaría entonces la era de las grandes devastaciones (el antropoceno) con la subida del


nivel de los océanos, afectando a más de la mitad de la humanidad que vive en sus costas. Millares de organismos vivos no tendrían tiempo suficiente para adaptarse o mitigar los efectos perjudiciales y desaparecerían. Gran parte de la propia humanidad, hasta el 80% según algunos, podría no poder subsistir más sobre un planeta profundamente alterado en su base físico-química. Con acierto afirma el ambientalista Washington Novaes: «ahora no se trata ya de cuidar el medio ambiente sino de no sobrepasar los límites que podrán poner en peligro la vida». Hay científicos que sostienen que nos estamos acercando al punto de no retorno. Es posible disminuir la


velocidad de la crisis pero no detenerla. Esta cuestión es preocupante. En sus discursos oficiales, los jefes de estado, los empresarios y, lo que es peor, los principales economistas, casi nunca abordan los límites del planeta y los problemas que eso puede traer a nuestra civilización. No queremos que nuestros hijos y nietos mirando hacia atrás nos maldigan a nosotros y a toda nuestra generación porque sabíamos de las amenazas y poco o nada hicimos para escapar de la tragedia. El error de todos habrá sido seguir al pie de la letra el extraño consejo de Lord Keynes para salir de

la gran depresión de los años treinta: «Durante por lo menos cien años debemos simular delante de nosotros mismos y ante cada uno que lo bello es sucio y lo sucio es bello, porque lo sucio es útil y lo bello no lo es. La avaricia, la usura, la desconfianza deben ser nuestros dioses porque ellos son los que nos podrán guiar hacia la salida del túnel de la necesidad económica rumbo a la claridad del día… Después vendrá el retorno a algunos de los principios más seguros y ciertos de la religión y de la virtud tradicional: que la avaricia es un vicio, que la usura es un crimen y que el amor al dinero es detestable» (Economic Possibilities of our Grand-Children). Así piensan los
principales responsables de la crisis de 2008 que nunca fueron castigados. Es urgente redefinir nuevos fines y los medios adecuados a ellos que ya no pueden ser simplemente producir devastando la naturaleza y consumir ilimitadamente. Nadie tiene la salida a esta crisis de civilización. Pero sospechamos que ella debe orientarse por la sabiduría de la naturaleza misma: respetar sus ritmos, su capacidad de soporte, dar centralidad no al crecimiento sino a la sustentación. Si nuestros modos de producción respetasen los ciclos naturales seguramente tendríamos lo suficiente para todos y preservaríamos la naturaleza de la cual somos parte. Cubrimos las heridas de la Tierra con esparadrapos. Remiendos no son remedios. Prácticamente nos restringimos a esos remiendos con la ilusión de que estamos dando una respuesta a las urgencias que significan vida o muerte. 

viernes, 8 de mayo de 2015

LAS CIFRAS DE LA DEUDA 2O15

EL ENDEUDAMIENTO ES UN INSTRUMENTO DE DOMINACIÓN 
POLÍTICA Y ECONÓMICA, LOS PAÍSES EN DESARROLLO 
DESTINAN MÁS DINERO AL PAGO DE  INTERESES,  
QUE LOS FONDOS QUE HAN RECIBIDO EN  LOS PRÉSTAMOS...

Escribe
 JÉRÔME DUVAL (*) 
Fuente:  
Publica “Rebelión” 
7 de Mayo 2015

(*) JÉROME DUVAL Periodista. Miembro de la Red Internacional del Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo. “La crisis no es de la deuda, sino del capitalismo” - portavoz del grupo sobre deuda externa de ATTAC-CADTM Responsable Equipe Recrutement, Groupama Loire. miembro de Patas Arriba nos cuenta la necesidad de una auditoria ciudadana de la deuda. Columnista en varios medios de la prensa alternativa del continente latinoamericano..

Las cifras de la deuda 2015, ahora disponible en español, francés e inglés, es un documento relevante  para cualquier persona que quiere  tener a su alcance herramientas para combatir las desigualdades, consecuencias de un sistema capitalista devastador basado en el
endeudamiento. «Tanto en el Norte como en el Sur del planeta, la deuda constituye un mecanismo de transferencia de riquezas creadas por los trabajadores y trabajadoras y los pequeños productores y productoras a favor de los capitalistas. El endeudamiento es utilizado por los prestamistas como un instrumento de dominación política y económica». Ahí se pueden observar desigualdades enormes recordando el famoso lema “somos el 99%” del movimiento Occupy Wall Street. Así, la publicación recopila muchísimos datos como el que nos dice que “En 2013, el 0,7 % de la población mundial acaparaba el 41 % de la riqueza mundial mientras que el 68,7 % de la población

tenía une riqueza conjunta de apenas el 3 % del total mundial.”  En la misma línea, el 0,01% de la población en Africa se reserva el 60% del PIB africano”. ¡Una desigualdad tan explosiva solo puede provenir de una explotación brutal! Como mencionan los autores, los planes de ajuste estructural y otros planes de austeridad ligados a préstamos, “constituyen una máquina de guerra que tiene por objetivo destruir todos los mecanismos de solidaridad colectiva y someter todas las esferas de la vida humana a la lógica mercantil.” Estos mecanismos de endeudamiento obedecen a interese


s imperialistas y son utilizados para someter y vigilar a los gobiernos y sus pueblos. Como en las ediciones anteriores, el CADTM persigue el doble objetivo de proponer, por una parte, un análisis crítico y riguroso y, por otra, una denuncia de los fines y resultados nefastos del “sistema deuda” en todos los países. Pues, contrariamente al discurso mediático y las afirmaciones de los dirigentes europeos, el actual incremento de la deuda pública en Europa fue posterior al sobreendeudamiento privado: Ha sido primero una crisis de la deuda privada que luego se transformó en crisis de deuda pública vía la socialización de pérdidas. Se subraya también el rol y nefasto impacto


que tienen los organismos financieros multilaterales (Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial o el Club de París) y los grandes grupos financieros internacionales sobre el desarrollo de los países, comprometiendo la soberanía y la democracia. La regla “un dólar, un voto”, que persiste tanto en el FMI como en el Banco mundial desde su creación, pone en evidencia la supremacía de la potencia de los EEUU en aquellas instituciones, otorgándole el mayor derecho de voto al país norteamericano, lo que impide cualquier cambio que contravenga a sus intereses. También, en otra sección, se apunta al fracaso de la iniciativa de PPME (Países Pobres Muy Endeudados) lanzada en 1996 por el Banco Mundial y el FMI que concierne a tan sólo un 11% de la población total de los Países en Desarrollo (PED) y que no consiguió


aliviar los desembolsos de estos países hacia sus acreedores. El informe también aborda diversos aspectos estructurales o coyunturales. Temas cruciales como la salida al escenario mundial de China como país acreedor, las crisis alimentaria y climática, los fondos buitre, el carácter regresivo de la fiscalidad y, como consecuencia, la falta de recaudación tributaria de los ingresos y rentas altas, las desigualdades salariales de género y otros factores que no hacen más que desembocar en una mala repartición de la riqueza, profundizando las desigualdades generadoras de
endeudamiento, la extrema pobreza y el hambre para millones de personas. A pesar de que muchos países siguen reembolsando esas deudas odiosas (y piden nuevos préstamos para eso, o sea se endeudan para reembolsar antiguas deudas), la foto a nivel global nos enseña una barbaridad poco difundida en manuales escolares o en medios que se autoproclaman “de información”: Los denominados países en desarrollo (PED) destinan más dinero a sus acreedores ubicados en “países desarrollados” - o mejor dicho industrializados - que lo que reciben    



EN EL TÚNEL

HUBO CONQUISTAS EN EL SIGLO XIX, 
PERO LA INDUSTRIALIZACIÓN INICIADA 
EN INGLATERRA, AHORA SE CUESTIONA 
POR CONTAMINACIÓN Y OTROS ESTRAGOS

Escribe
OCTAVIO RODRÍGUEZ  (*) 
Fuente “La Jornada” de México. 
7 de Mayo 2015

(*) OCTAVIO RODRÍGUEZ ARAUJO ( 1941, Puebla, México) Periodista. Escritor. Es un intelectual mexicano de izquierda. Especialista en política mexicana. Doctor en ciencia política y Sociales de la UNAM. Profesor emérito de la Facultad de Ciencias Políticas. Su último libro es  “Derechas y ultraderechas en el mundo” (Siglo XXI Editores). Ha dicho que “Una cosa es la democracia en la elección de un dirigente y otra la democracia en el ejercicio del Gobierno”


Los mexicanos –la mayoría– vivimos en un túnel que pareciera no tener salida. O quizá sea un embudo en el que vamos hacia la parte más angosta por la que sólo cabrán, para ver la luz, los más privilegiados por este sistema que día a día cobra más víctimas en
todo el mundo, en algunos países más que en otros. Los partidos políticos tienen muy pocas propuestas de cambio, cuando tienen, y quienes no pertenecen ni simpatizan con los partidos están en similares circunstancias. Éstos, en el mejor de los casos, están preocupados por la situación concreta en que viven y, por lo mismo, sus demandas son sobre asuntos específicos. Otros nos dicen que el sistema se debe cambiar porque no ofrece nada bueno para las mayorías, y tienen razón, pero no parecen ser suficientemente audaces (y realistas a la vez) para señalar el cómo hacer esos cambios (la estrategia). Muchos le apuestan a la organización de los subalternos, como les llaman algunos a los pobres del campo y la ciudad, pero sin un programa viable (y no de buenos deseos) no se ve por qué y para qué habrían de organizarse, ni tampoco se habla del cómo. Podríamos estar de acuerdo en que un común denominador es la lucha contra el neoliberalismo, pero a la hora de las propuestas

alternativas surgen de inmediato las diferencias, y con éstas las divisiones y la dispersión. Por ahora, la lucha anticapitalista es un buen discurso. Además, la lucha anticapitalista es un anti, pero no es por sí misma un proyecto de lo que debiera sustituir al capitalismo. Se diría que es el socialismo, pero no hay referentes sólidos de un modelo alternativo de esta naturaleza. Teóricos y filósofos hay y ha habido, algunos de primera línea, pero tampoco han proporcionado soluciones que hayan resistido la prueba del tiempo, de la historia. Nos han ofrecido propuestas de cambio y críticas excelentes al statu quo, pero
la realidad terca y poderosa se ha encargado de ubicarlos en el nicho de las mentes más brillantes en las bibliotecas, pero no en la construcción de un mundo mejor para todos y no sólo para unos cuantos. ¿Será vigente la undécima tesis de Marx sobre Feuerbach: Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo?.  Hemos avanzado muchísimo en los últimos 150 años, pero la vieja tesis del desarrollo desigual y combinado persiste: ¿en qué se parecen países como Somalia y Noruega o Argentina, o más cerca, estados como Oaxaca y Nuevo León? Ha habido conquistas impensables a principios del siglo XIX, pero la industrialización iniciada en Inglaterra en aquellos años ahora
se cuestiona por la contaminación y otros estragos, y no faltan teorías que proponen la desindustrialización y el antidesarrollo como opción para la humanidad. Es claro que estos avances han mejorado la vida de miles de millones de personas pero no de toda la población mundial: unos tienen 80 o más años de expectativa de vida, otros siguen, como en la Edad Media, con la esperanza de llegar a los 50 años en promedio. Unos disfrutamos de las nuevas tecnologías de comunicación, Internet por ejemplo, y otros sólo las desean, pero en esto también hay críticas por sus efectos en la salud física y mental de quienes se enajenan a ellas. ¿Qué no tiene su pro y su contra? La inconformidad existe casi en
todos lados, aunque no en todos se exprese con libertad, pero ciertamente no está organizada. Es real, pese a que nos surjan dudas sobre la autenticidad de algunos movimientos, pero una vez más se percibe la falta de proyecto más allá de demandas concretas y con frecuencia inmediatistas. Cuando los obreros europeos y estadunidenses demandaban la jornada de 10 horas, y luego de ocho horas, sumaron a millones, pero aun así hubo esquiroles en sus mismos países, o importados de otros (la necesidad tiene cara de hereje, dice el dicho). Pero no todas las demandas actuales tienen el mismo grado de universalidad y, por lo mismo, no suman a tanta gente. Es esta una de las razones por las que buena parte de los movimientos sociales se dispersan y no se organizan como sería deseable para ejercer suficiente presión sobre quienes tienen el poder.  

jueves, 7 de mayo de 2015

HEGEMONÍA NO HA MUERTO. LA DOMINACIÓN COMIENZA

LA CUMBRE DE LAS AMÉRICAS EN PANAMA SIMBOLIZA 
OFENSIVA DE LOS EE.UU. EN SU REPETIDO INTENTO 
POR NO PERDER LA HEGEMONÍA A NIVEL  GLOBAL,
Y A LA VEZ CUIDA LIDERAZGO EN SU PATIO TRASERO

Escribe 
KATU ARKONADA(*) 
Fuente: “Rebelión”
6 de mayo 2015

(*) KATU ARKONADA (Barakaldo-País Vasco 1978) Militante de la Izquierda Abertzale en Euskal Herria. Periodista. Escritor. Diplomado en Políticas Públicas. Colabora con el Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado Plurinacional de Bolivia además de ser investigador en la Universidad de la La Paz. Investigador y analista del  CEADESC y del  Centre Tricontinental – CETRI- Profundo çonoçedor de politçias y proçesos soiales de Amériça Latina.


Vivimos tiempos tan confusos como convulsos. La crisis estructural del capitalismo en la que estamos inmersos y el nuevo escenario geopolítico rediseñan todas las variables de la ecuación. Estados
Unidos comenzó su etapa de hegemonía a partir de la caída del muro y del colapso de la Unión Soviética, Hoy en día, con el impacto de la crisis estructural del capitalismo en pleno centro del norte capitalista y con el surgimiento de nuevos actores del tablero geopolítico, podemos afirmar que la nueva triada del poder mundial está conformada por los Estados Unidos, China y Rusia.  Ese declive de la hegemonía estadounidense ha venido acompañada de una ofensiva en tres
ámbitos, político, económico y militar, con el objetivo de mantener el liderazgo, pero en la medida en que este no puede ser logrado por consenso, debe ser alcanzado mediante la dominación violenta en una buena parte del tablero geopolítico. En un momento en que la hegemonía cultural también se resquebraja, en que el modelo de capitalismo neoliberal comienza a ser enfrentado en una América Latina donde el vínculo tradicional entre democracia y capitalismo se ha roto, Obama trata de rescatar su viejo Ministerio de las Colonias, una OEA moribunda y agonizante, presentándose ante los países de América
"Raul tanto tiempo sin verte..."
Latina y el Caribe con la carta del inicio de negociaciones para el restablecimiento de las relaciones con Cuba. Pero buscando el equilibrio interno, el tachar de la lista negra a Cuba obligaba a tener otro enemigo externo, en este caso Venezuela, en un enroque en la política exterior hacia America Latina y el Caribe que probablemente supone el inicio del fin de la era Obama en el subcontinente por subestimar el avance que se ha dado en los últimos años en la unidad e integracion latinoamericana, aun entre países y proyectos políticos y económicos muy diferentes. La agresión contra Venezuela es parte de
" Sigo por aca Maduro..."
un objetivo estratégico más amplio que pasa por desestabilizar a los países del ALBA y desplazar acuerdos como Petrocaribe, que agrupa a países centroamericanos y caribeños que tienen suministro de petróleo venezolano. No es casualidad que Obama se reuniera con el Caricom justo antes de viajar a Panamá, dentro de una estrategia definida como “Iniciativa por la Seguridad Energética del Caribe” .Y si bien el núcleo bolivariano es objetivo de primer rango en esta ofensiva, el segundo anillo progresista también
Tabaré Vazquez a la diestra de Obama
es parte de esta ofensiva política. La Estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos por la que se ha regido la era Obama coloca a Brasil como un “centro de influencia emergente” al que solo le superan en prioridades China, India y Rusia, además de “guardián de un patrimonio ambiental único y líder de los combustibles renovables”. No es casualidad por tanto que la mayor parte de bases militares estadounidenses se encuentren rodeando la Amazonia. Argentina también es mencionada de manera explícita en dicha Estrategia en cuanto a país miembro del G20, y probablemente algún día leeremos en documentos desclasificados el vínculo entre la CIA y los fondos
"Nosotras estamos en la mira..."
buitre que atentan contra la soberanía política y económica de este país. Otro de los países que gozan de mención especial en esta Estrategia de Seguridad Nacional que define la política exterior de la Casa Blanca, el Departamento de Estado y el Pentágono, es México. Reforzar México como frontera sur de los Estados Unidos como forma de extender el control geopolítico del Caribe y la influencia en Centroamérica es parte de la ofensiva estadounidense en el ámbito político. La reciente aprobación de una ley  en México para dotar de legalidad a una realidad ya existente como es la de los
"Mis mariachis están siempre listos..."
miles de agentes estadounidenses que portan armas en territorio mexicano, es formalizar, como lo fue el Pacto por México y la reforma energética, la entrega de soberanía mexicana a una potencia extranjera. Frente a la integración latinoamericana y caribeña, Estados Unidos se aseguran un aliado fiel en la región. También parte de la ofensiva política es el financiamiento que se produce desde USAID, NED y otras organizaciones ligadas al Departamento de Estado y la CIA a una oposición de derecha en los países con gobiernos de izquierda o progresistas. Una nueva derecha reciclada que busca seducir no solo a las clases medias sino también a los sectores populares con un discurso más despolitizado y light que la vieja derecha gorila neoliberal. Una oposición “civil y democrática” que incluso no tiene empacho en presentarse como de izquierda moderada frente a las izquierdas “radicales” y “populistas”. 

LÍNEA DIRECTA CON VLADIMIR PUTIN

 OBAMA EVITA PREGUNTAS DE CONCIUDADANOS
 PUTIN CREO  UN PROGRAMA DE CUATRO HORAS 
DE PREGUNTAS Y RESPUESTAS CON SU PUEBLO.

Escribe THIERRY MEYSSAN(*) 
Fuente  RED VOLTAIRE | DAMASCO (SIRIA) 
PORTUGUÊS  ITALIANO  فارسى  ΕΛΛΗΝΙΚΆ 
РУССКИЙ  FRANÇAIS  NEDERLANDS 
Lunes 4 de Mayo 2015

(*) THIERRY MEYSSAN (1957 Gironda, Francia) es un periodista y activista político francés, autor de investigaciones sobre la extrema derecha así como sobre la Iglesia Católica, entre otras. Escritor y analista internacional. Tiene reconocida su especialización en temáticas de geopolítica. Presidente fundador de la Red Voltaire y de la conferencia Axis for Peace. Sus análisis sobre política exterior se publican en la prensa árabe, latinoamericana y rusa. Es analista y consultante de varios gobiernos. Conferencista  internacional en análisis geopolítico

Las autoridades rusas publican poca documentación sobre su visión del mundo. El programa “Línea directa con VladimLair Putin” es por ello una oportunidad excepcional para evaluar cómo evoluciona la percepción de las cosas en Moscú. Más allá del hecho que el
presidente ruso respondió a las preguntas de sus compatriotas durante 4 horas, es de destacar que Rusia parece haber renunciado a la normalización de sus relaciones con Estados Unidos y que está preparándose para un largo periodo de aislamiento en relación con Occidente. El pasado 16 de abril, el presidente Vladimir Putin se entregó a un sorprendente ejercicio: responder durante 4 horas consecutivas a las preguntas de sus compatriotas, en vivo, a través de 3 canales de televisión y 3 estaciones de radio. Durante la transmisión, los organizadores recibieron más de 3 millones de llamadas telefónicas e hicieron al presidente 74 preguntas. Aunque

era evidente que algunas preguntas ya estaban preparadas, la mayoría eran preguntas espontaneas. Las reacciones de Vladimir Putin reflejan claramente su pensamiento. En primer lugar, el presidente explicó su manera de ver las instituciones sin hacer referencia a las categorías occidentales de «República» (servicio del interés general) o «Democracia» (gobierno del pueblo por el pueblo) ni tampoco al concepto de su consejero Vladislav Surkov de «Democracia soberana» (o sea una administración de carácter popular sin


interferencia extranjera). Según Vladimir Putin, el papel del Estado consiste en ayudar a la población y el de los dirigentes políticos es mantener la unidad del pueblo y la estabilidad. Por ello, según explica, ha rechazado una que otra decisión que podía parecer razonablemente adecuada pero que rompería la unidad del pueblo. Por esa misma razón se opone a cambios legislativos frecuentes señalando que la gente no puede depositar su confianza en dirigentes que modifican constantemente

las reglas del juego. También expresa su total desinterés por el sistema administrativo occidental, con sus exoneraciones fiscales por categorías y sus subvenciones en función de los ingresos. Estima, por el contrario, que su papel es garantizar la puesta en marcha de grandes proyectos y concebir reglas que sean lo más simple posible. Como en todos los países, las preguntas de la ciudadanía tenían que ver en primer lugar con los problemas económicos. Rusia acaba de
atravesar una grave crisis, consecuencia de los embargos decretados por las potencias occidentales –las llamadas «sanciones»– y de la caída de los precios del petróleo. Se ha preservado el poder adquisitivo de los jubilados pero, debido a la inflación, el de la población activa se redujo en alrededor de un 10%. Para Vladimir Putin, el problema viene principalmente de la caída de los precios del petróleo y la consiguiente reducción de los ingresos de ese rubro. Estima que su país tiene que adaptarse a esta nueva situación, que además puede prolongarse

miércoles, 6 de mayo de 2015

EMPUJARLOS AL MAR

"SEGUIMOS CIVILIZÁNDOLOS EN SUS PAÍSES DE ORIGEN, 
SEGUIMOS SELECCIONANDO MANO DE OBRA BARATA, 
SEGUIMOS PROHIBIENDO EL TRÁFICO 
Y SEGUIMOS ARROJÁNDOLOS AL MAR..."


Escribe 
SANTIAGO ALBA RICO (*) 
Fuente:  “Diagonal” 
Lunes 4 de mayo 2015

(*) SANTIAGO ALBA RICO (ESPAÑA) es un escritor, ensayista y filósofo español nacido en Madrid en 1960. De formación marxista  ha publicado varios libros de ensayo sobre filosofía, antropología y política.  Redactor en varias revistas y medios   como Gara, Archipiélago. Cuadernos de crítica de la cultura, LDNM, el Comité de Solidaridad con la Causa Árabe. Rebelion, etc.  Tradujo al castellano   autores árabes, como el poeta egicpio Naguib Surur o al escritor iraquí Mohamed Judayr. Actualmente reside en Túnez.

Frente a la hipocresía y la indiferencia, apetece y hasta se impone ser un poco demagógicos. Digamos la verdad: Europa está acostumbrada a tirar gente al mar. Lo hizo durante siglos en el marco del
rentabilísimo comercio de esclavos del que participaron todas las grandes naciones que dan hoy lecciones de humanidad y democracia al resto del mundo. El antropólogo Fernando Ortiz recordaba en uno de sus libros la cifra: en 1825 se calculaba que cada año los negreros clandestinos arrojaban al océano 3.000 esclavos vivos, bien para escapar de las patrullas, bien para desprenderse de la mercancía defectuosa. Muchos más habían muerto antes, durante el acarreo por el continente africano o durante la espera en los barracones del puerto. En 1818, cuando se prohibió el tráfico al tiempo que se mantenía la esclavitud (¡igual que hoy!), el muy católico rey español Fernando VII justificaba la medida diciendo que

ya no hacía falta trasladar a América a los africanos para civilizarlos porque la empresa colonial iba a ocuparse de civilizarlos en sus propios países de origen. La gran escritora negra Toni Morrison emitió hace años el veredicto: “No puedes hacer eso durante cientos de años y no pagar un peaje. (Los europeos) tenían que deshumanizar no sólo a los esclavos, sino a sí mismos. Tenían que reconstruir todo para hacer que el sistema pareciera verdadero. Hizo que todo fuera posible en la segunda guerra mundial. Hizo que la primera guerra mundial fuera necesaria. Racismo es la palabra que utilizamos para englobar todo esto”. Lo que el teólogo alemán Franz Hinkellammert llama con
razón “genocidio estructural” se inscribe en una larga enfermedad europea que nos ha podrido el alma hasta el punto de que podemos empujarlos al mar y luego irnos a Malta en un crucero. Son más de mil muertos en una semana; más de 20.000 en los últimos 15 años. Cifras parciales, engañosas, que no censan el fondo de los mares. No estoy dispuesto a negar la responsabilidad de los traficantes que explotan la desesperación de los humanos; tienen la misma que los negreros del siglo XIX y mantienen con el sistema neocolonial europeo la misma relación de dependencia y funcionalidad. Tampoco estoy dispuesto a negar la
responsabilidad de los que alquilan un centímetro de azar en estas barcas de Caronte. Hasta el más desgraciado de los humanos puede decidir su destino; pero hasta el más desgraciado de los humanos tiene derecho a elegir un destino mejor sin jugarse la vida. ¿De qué son responsables?. Su crimen, como dice Juan Goytisolo, es “su instinto de vida y el ansia de libertad”, ese átomo de libertad que emplean en huir de la guerra o de la miseria y en reivindicar su derecho a desplazarse, a trabajar, a existir sin pedir limosnas o disculpas. Hemos visto la respuesta de nuestros gobiernos y nuestros
políticos. Hay dos. Una, la hipocresía: se lamentan las muertes y se exhibe contrición mientras se refuerza Frontex y la operación Tritón; es decir, mientras se multiplican los medios, como Fernando VII, para “civilizar” en origen a los africanos y destruir las barcas de los traficantes. Ya sabemos lo que eso significa y las consecuencias que traerá: apoyar dictaduras y justificar intervenciones que generarán más frustración, más miseria, más guerras, más yihadismo, en un circuito de retroalimentación del que sólo se benefician los más poderosos, los más ricos y los más injustos. La otra respuesta es el cinismo de los partidos e intelectuales de ultraderecha que echan levadura a la enfermedad europea con un desprecio explícito hacia esos miles de personas que, según la propaganda de la Liga Norte, buscarían unas “vacaciones pagadas” en Europa y por los que no debemos sentir ninguna piedad o consideración.